102 kilómetros en poco más de 20 horas. Con ese tiempo, Lorena Ramírez se coronó como una de las tres mujeres más rápidas de la categoría senior en el Tenerife Bluetrail, un ultramaratón ultrademandante que se celebra en el Parque Nacional del Teide, sobre la isla Santa Cruz de Tenerife, a un costado de Marruecos.
El recorrido extremo incluye una subida a la cima más alta de España, el pico de El Teide, que alcanza los 3,555 metros de altura, y se corre en un 70% por senderos accidentados, 17% por pistas y 13% por caminos asfaltados. A pesar de la dificultad del trayecto, la joven chihuahuense pudo terminarlo portando únicamente un vestido y huaraches de plástico, el atuendo tradicional del pueblo rarámuri, al que pertenece Lorena. Su vestimenta contrastaba mucho con la de sus contrincantes, envueltos en telas inteligentes y con tenis de última tecnología.
No es el primer ultramaratón europeo en el que compite Lorena, pero sí es la primera mujer del pueblo rarámuri que ha participado en uno: la edición del Tenerife Bluetrail del año pasado, desafortunadamente no pudo completarlo porque sufrió una lesión en la rodilla y tuvo que abandonar la carrera en el kilómetro 55. Ahora, en 2018, no solo acabó el recorrido, sino que consiguió el tercer lugar en su categoría.
El pueblo rarámuri es conocido por su habilidad para correr grandes distancias por terrenos accidentados, algo que han tenido que desarrollar para sobrevivir en el territorio que habitan en el estado de Chihuahua. Lorena viene de una familia de corredores: su padre Santiago compitió en ultramaratones, incluido uno celebrado en Canadá, donde corrió en temperaturas glaciales. Ella y sus hermanos le siguieron los pasos.
Lorena ha ganado carreras antes, entre ellas un ultramaratón de 50 kilómetros celebrado en Tlatlauquitepec, Puebla. Y en esta ocasión corrió junto con sus hermanos: Mario, quien terminó en el lugar 22 en la prueba de los 102 kilómetros, y Juana, menor que ella, que logró el 15avo puesto en la categoría Trail femenina de 67 kilómetros.
Aunque no han tenido entrenamiento formal, los hermanos han conseguido un nivel competitivo muy alto gracias a las muchas horas que han pasado pastoreando chivas en la Sierra Tarahumara, donde las distancias entre poblados son enormes y se recorren a pie, sobre valles y montañas llenas de piedras.
La familia ya regresó a su casa en Chihuahua tras su participación exitosa en el Tenerife Bluetrail.
Les mandamos una felicitación, nos enorgullece ver a paisanos triunfar de esa manera en el extranjero y poner en alto el nombre de México y, todavía más, de sus comunidades autóctonas, que padecen de olvido en nuestro país. Orgullo mexicano y orgullo rarámuri.