Fotos: Cortesía CONADE
Un hombre exitoso, un deportista ambicioso, un padre que pone a su familia en primer lugar, un luchador dentro y fuera de las competencias de Tae Kwon Do, un mexicano que sabe que todo es posible si se trabaja por ello, un soñador comprometido con su país y con su gente, un trabajador incansable, José Luis Onofre, entrenador de la Selección Nacional de Tae Kwon Do, recibió el Premio Nacional del Deporte en 2007, 2008 y continúa trabajando fuerte y constantemente para volver a recibirlo en 2009.
Excelencia
Una carrera llena de logros. Tal vez los más importantes, los que se recuerdan con más fuerza y más emoción, son los conseguidos en los Juegos Olímpicos de Beijing, China. Guillermo Pérez y María Espinoza conquistaron las dos medallas de oro que México obtuvo en los juegos. “Fuimos a China y logramos las dos medallas de oro. Es algo muy importante porque no solo ha motivado a los practicantes de Tae Kwon Do, sino al deporte nacional en general. Lo toman como ejemplo y eso nos obliga a trabajar todavía más fuerte”. Por ello, para mantenerse en la excelencia, lo importante es no sentarse en los laureles y siempre mirar hacia el frente, concentrarse en llegar mejor a la próxima competencia.
Determinación
José Luis Onofre nació hace cincuenta años en la capital mexicana, pero muy pronto tuvo que emigrar a una pequeña población oaxaqueña, Coixtlahuaca. Ahí comenzó una vida de logros. “De niño tuve el honor de ser el mejor estudiante de todo Oaxaca. Fue la primera vez que conocí Los Pinos”. Años más tarde regreso a la Ciudad de México. En el barrio de Tepito comenzó a formarse como deportista, en el boxeo, futbol y frontón a mano. “Afortunadamente el Taekwondo coreano llegó al país en 1969 y me gustó porque los combates eran muy fluidos”. Como taekwondoín llegó a ser cinta negra y ganó campeonatos estatales y regionales, pero no se pudo dedicar de lleno pues tenía una prioridad: llevar el sustento a la familia. Sin embargo, comenzó a entrenar niños en el servicio social, lo cual se convirtió en una profesión, una pasión, un estilo de vida y una larga carrera de alcanzar un triunfo tras otro.
Liderazgo
Como entrenador del Distrito Federal ganó la Olimpiada Nacional por cuatro años consecutivos, ganó todos los campeonatos nacionales de adultos, el selectivo nacional de juveniles, al grado que en el 2000, la Selección Nacional estaba compuesta prácticamente en su totalidad por alumnos suyos. Los resultados le valieron ser nombrado entrenador nacional, cargo que ha desempeñado de 2000 a 2005 y de 2006 a la fecha, siempre con una forma de pensar muy clara: “Todas las cosas se pueden. Hay que trabajar duro todos los días, yo digo que no se puede dejar nada para mañana”.
Pasión
El trabajo como base del éxito, compromiso, trabajo en equipo, competitividad constante, motivación, visión, son indispensables para pensar en medallas. El profe busca y fomenta cuatro cualidades en sus alumnos: ambición, carácter, sueños y disciplina. De esta manera, José Luis Onofre ha conseguido muchos resultados positivos para el deporte nacional: primer lugar femenil y segundo varonil en el Campeonato Panamericano, Aruba 2000; primer lugar por equipos en el Campeonato Abierto de México 2001; primer lugar en los XIX Juegos Centroamericanos de San Salvador, 2002; primer lugar por equipos en los campeonatos abiertos de Estados Unidos y Bélgica, 2003; primer lugar por equipos en el Campeonato Panamericano, Santo Domingo, 2004; una medalla de oro, una de plata y una de bronce en el Campeonato Mundial 2007, Beijing, China; así como las dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos; entre una muy larga lista de primeros lugares. “Ahora vemos que a nivel mundial ven con más respeto a nuestra selección”.
Visión
Víctor Estrada, Óscar Salazar, Iridia Salazar, Guillermo Pérez, María Espinoza, José Luis Ramírez, Erick Osornio, Carlos Cortés, Edna Díaz, son solo algunos de los medallistas con quien José Luis Onofre ha ganado medallas de la mano; pero en todos los niveles han sido muchos más, “he tenido muchísimo medallistas en la Olimpiada Nacional. Siempre he tenido la fortuna de que los muchachos que entreno estén en el pódium”. Pero después de cada logro, lo más importante es empezar a trabajar para el siguiente. Sin embargo, cada éxito conforma “emociones tan importantes que se quedan súper grabadas, se quedan ahí como parte de mi historia, como parte de mi familia, no encuentro las palabras idóneas para poder explicar todo lo que he sentido en cada competencia”.