De vez en cuando surgen en el escenario personajes de luz, inspiradores, que generan cariño y orgullo, recuerdos y paz, que todos hablamos de ellos aunque en realidad no los conozcamos.
Pocos, en el último siglo, como Francisco Gabilondo Soler, el Cri Cri de todos; el creador de imágenes para varias generaciones; el poeta que de tan complicado que era, solo lo entendían los niños; el papá de la negrita y el ratón vaquero, de Teté y de un chino que vivía castigado en un jarrón.
Te aseguro que si le preguntas a tus papás, y a tus tíos, y hasta a tus abuelitos, todos se sabrán al menos una canción de Cri Cri.
Veracruzano (de Orizaba, para dar más datos), Francisco rompió el estereotipo de quien decía que cantar para niños era sencillo. Su música fue de muy alta calidad, espectacular, elaborada, que llevó a la infancia de paseo por varios países y ritmos, ya que igual compuso un tango que una melodía rusa y un fox trot que un minuet.
También era un poeta creativo. Aquí, unos versos de una de sus canciones menos conocidas:
“Cuando la vaca va caminando
va cabizbaja, va cavilando.
Dicen que vaca se escribe con ve.
¡Bah. Cada cosa la que uno ve!”
Hace unos años, con autorización de su hijo, con quien hemos tenido una excelente relación, hicimos una votación entre nuestros lectores y estas fueron las 10 preferidas. Las dejamos a tu consideración, para que hagas tu propia lista.
10. “Che araña”
9. “La patita”
8. “El chorrito”
7. “Negrito sandía”
6. “El negrito bailarín”
Las más mencionadas
5. “Di por qué”
4. “La muñeca fea”
3. “El comal y la olla”
2. “Caminito de la escuela”
1. “El ratón vaquero”
Hoy recordamos a este mexicano musical y festivo que también le cantó a la lluvia y al viento y quien a muchos –entre los que me incluyo- nos iluminó la infancia.