La música tradicional está acompañada de un conjunto de elementos tales como los instrumentos musicales, el baile y los versos. Estos últimos tienen su origen en diferentes estructuras, tales como los versos decimales, los cuales provienen del continente europeo, pero han permeado gran parte de la música tradicional.
La décima (estrofa de diez versos octosílabos, con rima consonante) fue un género poético que estuvo de moda en España durante el siglo XVI, fue utilizada por poetas como Lope de Vega y Calderón de la Barca. La décima se ocupó en contextos cultos, pero también fue ocupado en contextos populares. En el periodo colonial se extendió y multiplicó por América en forma de glosa. En México las décimas se transmitieron durante el siglo XVIII y XIX en procesos inquisitoriales, en la vida espiritual de las monjas de los conventos, en las pastorelas, en la prensa nacional y mediante la verseada de los músicos, los cuales se acompañaban de una guitarra o un arpa. Actualmente la tradicionalidad de la décima se puede apreciar en las variantes de diversas regiones del país.
La décima en México se encuentra en regiones como el Sotavento en Veracruz; en la Huasteca; al sur de la laguna de Chapala en Jalisco y Michoacán, donde se conoce como valona; en el trovo de Yucatán; y en la región arribeña (Sierra Gorda de Querétaro y Guanajuato, y Zona Media de San Luis Potosí). En esta ocasión haré referencia a la décima huasteca y a la décima del sotavento.
La décima de la Huasteca la podemos hallar en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Querétaro y Puebla. En estas zonas la décima es parte de la ejecución de algunos huapangos: “Se trata de décimas libres, declamadas entre la música y las coplas del huapango, precedidas de una exclamación que solicitaba el silencio musical y una pausa en el baile; a la declamación seguía otro aviso para reanudar la música y la actividad coreográfica”, afirma Fernando Nava. Puedes conocer un ejemplo de este tipo de décima aquí.
Por otro lado, la décima del sotavento se practica en el sur de Veracruz, desde la zona del puerto hasta el límite con los estados de Tabasco y Oaxaca, abarcando la Cuenca del Papaloapan, la región de Los Tuxtlas, Coatzacoalcos y Minatitlán. En estas regiones la décima se declama en un contexto festivo, generalmente se canta alrededor de una tarima, en la cual se zapatea al ritmo de la música. Los instrumentos que se utilizan son el arpa, la jarana jarocha de ocho cuerdas, el requinto o jabalina de cuatro cuerdas. Puedes conocer un ejemplo de este tipo de décima aquí.
De esta manera, la décima tiene su propia tradición dentro de la música tradicional mexicana y de otras regiones, tales como el Caribe y América del Sur.