Zoila Gloria Ruiz Moscoso, vuelta inmortal como Leticia Palma a través de sus actuaciones en el cine nacional, nace en Paraíso, Tabasco el 23 de diciembre de 1923.
Hija de un terrateniente, la chiquilla crece rodeada de mimos y el exuberante entorno natural. Muy pronto da muestra de gran declamadora. El general Lázaro Cárdenas, en su gira como candidato presidencial, es impresionado de tal forma, que al escucharla declamar un poema nacional, le dice que si logra la presidencia de la nación, la llevará a estudiar a la Ciudad de México.
Sus primeros seis meses en la capital no son del todo gratos, ella se imaginaba que la llamada Ciudad de los palacios era de cristal y, al verse inmersa entre el abrumador entorno de cemento citadino, cae en llantos incontrolables, por lo cual, cada fin de semana, era llevada a su casa y vuelta de regreso para seguir con su educación escolar.
Años después, para seguir el sueño de volverse estrella actúa en el teatro de revista como cantante y bailarina, hasta que tiene la oportunidad de debutar en 1942, en la película Yo bailé con Don Porfirio. Muy pronto fue contratada en cintas como: El hombre de la máscara de hierro, 1943; Escuela para casadas, 1949; Hipócrita, 1949; Vagabunda, 1950; Mueres sin mañana, 1951; Por qué peca la mujer, 1952.
Su quehacer artístico en pleno auge es truncado para siempre, al ser expulsada de la Asociación Nacional de Actores el 23 de diciembre de 1953 en una asamblea lidereada y disputada por Jorge Negrete y Mario Moreno. Indudablemente fue muy trágico ese acontecimiento, ya que nos privó a los adictos al cine de otras muchas muy probables actuaciones de Leticia Palma.
Nos queda admirarla en la docena de cintas en las que trabajó. Los invito a ver, En la palma de tu mano, 1951, acompañada de Arturo de Córdoba, Ramón Gay y Carmen Montejo filmada en el entorno de aquellos años de la Avenida Juárez, la Alameda Central y el Hotel del Prado, con todo y el mural de Diego Rivera, rescatado del sismo de 1985.