Esta película estrenada en 1949, dirigida por Julián Soler y producida por Abel Salazar es un retrato fehaciente del entorno urbano y la idiosincrasia del mexicano de aquellos tiempos. Con un guion de Julián Soler, Alfredo Salazar y diálogos de Xavier Villaurrutia; música de Juan Bruno Tarraza y Rosalío Ramírez.
El filme tiene cinco protagonistas encarnados en la pobreza y el desencanto de sus respectivas pasiones: Laura –Meche Barba– quien sueña con volverse famosa a cualquier precio a través del espectáculo cabaretero. José –Abel Salazar– taxista de profesión y novio de Laura, lisiado de un pie, honesto y hasta cierto punto héroe y oráculo del drama de su amada. Pedro –Rafael Banquells- novio pobre de Juanita, hermana de José, que desesperado de su condición precaria, se inclina por el dinero mal habido, pero un genuino impulso de moral lo obliga a renunciar al amor de su amada.
Víctor –Arturo Martínez– Sibarita explotador y bailarín de ocupación, seductor y provocador del desliz de Laura. Juanita –Silvia Pinal– muy joven, con inigualable talento para tocar el piano, protegida por su hermano José, hasta encumbrarse como pianista por medio de la radio.
Las vecindades, el café de chinos, el cabaret, los buenos y los malosos, la miseria y la desgracia urbana vuelta cultura en la ciudad de México; retrato distintivo en el cine de rumberas y cabareteras en la Época de Oro del cine nacional. Excelente la actuación del villano, del taxista y por supuesto, la actuación de Meche Barba, en el drama que vive Laura, al obsesionarse de ser una mujer reconocida fuera del entorno de humildad de su circunstancia.
Esta cinta mucho me recordó otra: Servidumbre Humana, 1934, de Jonh Cromwell, basada en la novela homónima de William Somerset. Con la diferencia de que en la película mexicana el final de Laura es otro. Las dos cintas las pueden disfrutar en YouTube.