–¿Cómo hago para subir al cerro de San Miguel? –pregunto.
–Por ahí sube las escaleras hasta el camino a un lado del exconvento, de ahí te sigues todo derecho, ya falta poco, está aquí arribita –contesta una señora desde el balcón de su casa, mientras observa el paso de conocidos y turistas, que suben a visitar la capilla del cerro de San Miguel.
Conforme se avanza hacia el cerro, la pendiente se vuelve más empinada, las pocas sombras que había en el camino comienzan a quedarse atrás, el sonido de algunas teles y radios que hace un momento se escuchaban en las salas de las casas, es solo un eco que apenas logra distinguirse a lo lejos.
Es marzo y la primavera se asoma en el horizonte, el paisaje en la montaña aún no es verde, pero abajo, en la Cabrera, una importante colonia de viveros, es el único color que predomina todo el año. Arriba, en el cerro de San Miguel, se encuentra una capilla color canario, a su alrededor un valle y al fondo, coronando la escena, el volcán Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, que en conjunto forman una postal que cualquier viajero querría retratar.
Son las 3 de la tarde en Atlixco, que desde lo alto parece no tener movimiento, pero todo lo contrario, sus vivas tradiciones, la arquitectura de sus edificios coloniales e iglesias, así como el aire provincial vuelven a este pueblo mágico un lugar obligado para quienes visitan el estado de Puebla, lleno de color e historia.
La capilla del Cerro de San Miguel y sus alrededores.
Si decides visitar Atlixco, uno de los lugares que debes conocer es la capilla dedicada a San Miguel de Arcángel. Su construcción data del siglo XVI y está ubicada en la cima del cerro del mismo nombre. Sus orígenes están relacionados con el convento Franciscano de Santa María de Jesús, que se encuentra en las faldas del cerro.
Gracias a la devoción de los habitantes de Atlixco, en el siglo XVIII esta antigua ermita se transformó en la capilla de San Miguel de Arcángel, que cada año, en el último domingo de septiembre, recibe a cientos de fieles que acuden a celebrar la fiesta del santo y que coincide con la celebración de Huey Atlixcáyotl.
El edificio, hecho en mampostería de piedra, está rodeado por una pequeña barda que permite ver los alrededores. Su fachada es sencilla y pintoresca, cuenta con dos contrafuertes que realzan su portada, una gran puerta con arco de medio punto, una ventana con arco afilado y encima un pequeño nicho. Otros detalles característicos son la espadaña de dos arcos que remata el frente de la capilla. Arriba aprovecha la inigualable vista del valle desde los miradores, en donde los principales protagonistas en el horizonte son los volcanes.
De camino al centro de Atlixco, no olvides visitar el famoso Conjunto conventual Santa María de Jesús Exconvento Franciscano, fundado entre los años de 1551 y 1562, aunque su última fase de construcción data de entre 1610 y 1620. Es uno de los templos más antiguos de Atlixco y se compone de tres edificios: el exconvento de San Francisco, el exconvento Santa María de Jesús y la Parroquia Santa María de la Asunción. Esta edificación fue erigida por los frailes franciscanos Alameda y Toribio de Benavente. A lo largo de los años ha tenido diferentes etapas de construcción que han añadido otras secciones y hecho modificaciones sobre la estructura original, en donde se conjuntan diferentes estilos arquitectónicos, como el barroco, gótico y el mudéjar.
Centro de Atlixco
Visita la plaza principal, un bonito espacio de jardines, iglesias, edificios históricos y restaurantes que le dan a este espacio un aire bohemio excelente para pasar la tarde.
El kiosco de esta plaza es uno de los atractivos en Atlixco, pues su peculiar diseño arquitectónico de tipo art déco y su decoración forrada principalmente en azulejos de color verde combinan con los jardines florales que lo rodean. Este edificio, construido a mediados del siglo XX, es también una cafetería muy famosa de Puebla, que se hace cargo de su mantenimiento y ofrece a sus visitantes un espacio cómodo con terraza en donde podrás disfrutar una vista a los jardines, el palacio municipal y la catedral.
El Palacio Municipal de Atlixco
El palacio municipal, construido entre los siglos XVII y XIX, e inaugurado hasta el año de 1908, guarda en su fachada un escudo de armas de la villa de Carrión, como era conocida antiguamente esta ciudad, fundada en 1579. Comenzó a llevar el nombre de Atlixco hasta 1843, cuando Nicolas Bravo, expresidente de México, elevó la categoría de Villa a Ciudad.
Además, el diseño de su fachada, muy característico de Puebla, muestra un estilo barroco que integra cuadros de ladrillo y pequeñas piezas de talavera, acomodados de manera geométrica, parecido al estilo usado en la Casa de los Muñecos en la ciudad de Puebla, aunque con un toque más sobrio. Dentro encontrarás los murales de los artistas Miguel y Juan Manuel Martínez Caltenco, Fausto y Faustino Salazar, Polo Castellanos, los cuales narran la historia y la fundación de Atlixco, así como las expresiones culturales, las tradiciones de sus habitantes y de los poblados cercanos a los volcanes.
Parroquia de la Divina Infantita
A un costado se encuentra la parroquia de Atlixco, dedicada a la Natividad de Nuestra Señora o Divina Infantita. Su construcción data del siglo XVI, en el interior del templo la decoración predominante es de estilo neoclásico, con acabados dorados en muros, pilastras, bóvedas y la cúpula. La iglesia fue modificada entre los siglos XVII y XIX, en espacios como la nave principal, construida en forma de cruz latina, rematada con una gran cúpula y un campanario de dos niveles que distingue al recinto.
De igual manera el templo cuenta con un gran órgano ubicado en el coro de la iglesia, este instrumento musical data de la segunda mitad del siglo XVIII y fue construido por el maestro organero Manuel José Chacón.
Ex convento de Nuestra Señora del Carmen
A dos calles del centro encontramos el Ex convento de Nuestra Señora del Carmen, que data de principios del siglo XVII. La orden de las carmelitas se estableció en la ciudad en el año de 1589, aunque la construcción del templo quedó terminada hasta 1627. Este edificio cuenta con un claustro, una huerta, cuartos, un atrio y el templo anexo. Su fachada de estilo neoclásico, en tonos azul claro y relieves en blanco, incluye dos contrafuertes, pilastras que enmarcan la puerta principal y arriba un frontón.
En Atlixco hay muchas iglesias y exconventos, algunas otras opciones que puedes visitar son: la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced; el Exconvento y templo de San Agustín, que data del año de 1629; la Iglesia El Dulce Nombre de Jesús; la Iglesia de la Soledad; y la Capilla del tercer orden de San Francisco. Aunque debido a los daños sufridos por el sismo del 19 de septiembre, algunos de estos templos se encuentran en remodelación.
Pinacoteca San Juan de Dios
Construido en el año de 1581, durante la época colonial, este recinto fue uno de los hospitales más antiguos de México, cuyo objetivo era atender a la población y a los viajeros que llegaban a la villa de Carrión de las epidemias del siglo XVI y posteriores. Actualmente funciona como una pinacoteca, puedes recorrer su claustro y sus salas para admirar las obras de arte sacro y barroco de artistas poblanos como Pablo Talavera y Luis Berrueco, este último se distinguió por representar en sus obras escenas con un toque más realista y humano de las diferentes acciones de la orden franciscana. Estos óleos datan de los siglos XVII y XVIII, y algunos de ellos tratan sobre distintos pasajes de la vida de San Juan de Dios, fundador de la Orden de los Juaninos, quienes estaban a cargo de los hospitales que se construyeron en la Nueva España.
Colonia Cabrera
Uno de los atractivos de Atlixco son sus coloridas calles, decoradas con flores, que le han hecho ganar la distinción de «La ciudad de las flores», al ser uno de sus principales productores a nivel nacional e internacional.
Los invernaderos y los cultivos de flores trabajan durante todo el año, uno de los que puedes visitar tanto para conocer como para comprar algunas plantas es el megavivero, donde conocerás las técnicas de cultivo y los diferentes géneros de plantas disponibles. En los viveros ofrecen una extensa variedad de especies de vegetales, plantas, árboles frutales y flores, como: buganvilias, helechos, geranios, estrellas, cunas de Moisés, nochebuenas, margaritas y la lista sigue y sigue. Dependiendo la época del año, podrás ver diferentes especies adornando las calles de Atlixco.
Mercado municipal Benito Juárez
El mercado municipal es un reflejo de las tradiciones, costumbres y riquezas gastronómicas de cada lugar. El de Atlixco no es la excepción. En él encontrarás una gran oferta de comida, como la típica cecina local, preparada al momento en las decenas de parrillas que los comerciantes ponen a disposición de los visitantes.
De igual manera, puedes optar por la barbacoa de chivo y de borrego, preparada en unas cazuelas cubiertas que se inflan por los vapores que hay en su interior. Las venden en dos presentaciones: tradicional o enchilada. Te recomendamos visitar el puesto de la familia Juvenal, que además de servirte porciones sobradas, te narrará las historias de su familia, tradiciones y personajes importantes de la zona. Pancita, mole y otras delicias regionales las podrás encontrar en este mercado de más de 50 años.
Celebraciones
Atlixco cuenta con diferentes actividades a lo largo del año, entre las más importantes se encuentra Huey Atlixcáyotl o la Gran fiesta de Atlixco, considerada patrimonio cultural del estado y celebrada el último domingo de septiembre. Atlixcayotontli; la Feria de la Cecina; la Feria de la Nochebuena; la Villa Iluminada, que se lleva a cabo en el mes de diciembre; y el Festival de la Flor, en el que enormes tapetes de florales adornan las principales calles, así como se ponen decoraciones en macetas y edificios del centro, este último se realizará a partir de este 21 de marzo.
Por último, no olvides visitar el centro vacacional Atlixco Metepec, rodeado de un bosque que crea una atmósfera de relajación y contacto con la naturaleza. Ahí se ofrecen actividades de pesca deportiva, una estación balnearia con diferentes juegos y albercas, hospedaje, camping y restaurantes.
Fotos: Fabián Acuña Toledo.