Hablar de lo que se hace bien en México requiere, obligatoriamente, referirnos a la música de Julieta.
Es poseedora de un estilo diferente, que puede coquetear con varias corrientes sin someterse a ninguna. Su obra es hoy fácilmente reconocible y sus conciertos se llenan de fanáticos apasionados que la siguen fielmente, aumentando con cada uno de los seis discos que ha creado. El último, Otra cosa, de reciente aparición, nos impulsó a buscar a esta bajacaliforniana y destacar su trabajo.
Compositora, intérprete, productora de sus propios discos, arreglista, Julieta ha logrado mantener viva su presencia en la radio sin tener que sacrificar su estilo y sin someterse a la tradicional sobreexposición de los medios, que atrapan hasta exprimir a un artista. Venegas lo ha hecho de manera diferente, buscando espacios diferentes a los grandes reflectores, tocando en festivales alternativos, asistiendo a sitios pequeños para estar más cerca de la gente o a otros “no tan glamorosos”, dándose tiempo para hacer las cosas a su gusto antes de presentarlas al público. Eso no es sencillo, y lo ha hecho bien. Sus discos han estado en la lista de los más vendidos en, al menos diez países, además de México.
Ganadora de los importantes premios Grammy y Grammy Latino, Julieta es reconocida por su gran participación social en proyectos de ayuda humanitaria y es Embajadora de Buena Voluntad de la UNICEF. Recientemente grabó, junto con otros grandes artistas latinos, el disco La unión sí hace la fuerza para apoyar a la comunidad damnificada en Haití.
Julieta, por Julieta
Pudimos entrevistarla y hablar de su carrera. Hoy es muy conocida, sin embargo, las cosas no fueron siempre igual:
“Fuera de México, me reciben muy lindo, en Latinoamérica, en España; aunque el proceso ha sido largo, estoy muy satisfecha. Me gusta llegar a un sitio y que la gente conozca de antemano mis canciones, porque ya me hacen parte de sus vidas. Nunca dejas de abrir puertas, ni suponer que una vuelta a un país es suficiente. La gente vuelve a los tres años y ya la olvidaron. Hay que trabajar en el largo plazo”.
¿Te identifican en el extranjero como parte de un cambio en nuestra música?
“Se conoce poco lo que se hace aquí y la enorme riqueza del país. Hay enorme talento creando cosas fuera de lo tradicional, con nuevas fórmulas. La música tradicional es parte de la cultura mexicana y yo me identifico con ella pero hay más y a nosotros nos toca mostrar una faceta de más innovación. Desde mi punto de vista, fuera del país se quiere mucho a México y la gente es muy linda con nosotros, se nos reconocen grandes virtudes y nos dan mucho cariño. Todo mundo tiene anécdotas bonitas sobre México, la música y la comida en especial, pero aunque se conoce mucho del folclor, se sabe poco de otra música muy buena que se hace aquí. Es bueno que conozcan a José Alfredo, a Chabela, a Los Tigres, pero también es bueno que descubran otro lado, como Café Tacvba o Molotov. Por eso hay que trabajar en la promoción, porque se conoce a Lila Downs y Astrid Hadad, pero aún no se conoce a grandes grupos como Mono Blanco. Los sacrificios son fuertes, pero valen la pena”.
¿Has probado cantar en inglés?
“No me interesa. Soy de Tijuana y soy bilingüe pero lo que siento, lo siento en español. No puedo transmitir mis emociones en inglés, por lo tanto, no voy a hacer algo solo por negocio o para que me conozcan en Estados Unidos. El español es sumamente rico”.
¿De dónde nació tu interés por el acordeón?
“En realidad, contra lo que se piensa, la influencia no vino de los grupos norteños, sino de grupos como Los Lobos u otros que no tienen que ver con la música mexicana, como Tom Waits. Una vez que me acostumbré, le encontré lo lindo. Fue entonces que empecé a escuchar a los folclóricos norteños y a descubrir el humor y la alegría de sus canciones con acordeón. Originalmente soy pianista, desde los ocho años, pero ahora uso el acordeón para darle ciertos arreglos más festivos a mis canciones”.
Una faceta poco conocida de Julieta es su trabajo en cine y teatro, donde ha musicalizado importantes obras como Amores perros o En el país de no pasa nada, en cine y Calígula probablemente, en teatro. Últimamente hizo una canción para la película que dirigió Diego Luna: Abel.
Te has vuelto un referente en la música en nuestro país.
“Más que ser un referente, me gustaría que la gente me viera como un profesional que hace bien las cosas, que soy una mexicana perseverante, trabajadora, porque esas son características de nuestra gente”.
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