En 1325, cuando los aztecas fundaron Tenochtitlan, el Valle de México era una ciudad con un horizonte siempre acuático. Desde la Colonia y hasta principios del siglo XX, la Ciudad de México estaba comunicada y rodeada por agua. El tránsito de canoas se concentraba en los grandes canales de la Viga, Xochimilco y Chalco, que formaban el Canal Nacional. El canal de la Viga tuvo su esplendor a mediados del siglo XIX; por él, miles de pequeñas embarcaciones transportaban toneladas de mercancías hacia el centro de la ciudad, provenientes de Veracruz, Puebla y Morelos. Una de las grandes tradiciones, ya desaparecida, fue la de las fiestas del Viernes de Dolores, en el canal de Santa Anita, la cual fue, incluso, representada por Diego Rivera.
Fotos: Archivo General de la Nación