Las Elegidas fue una historia contada a Jorge Volpi quien hizo una novela en verso y propició dos obras más: el filme de David Pablos y una ópera. El guion para el filme inició escribiéndose a cuatro manos y terminó por ser de un par, las de Pablos. La ópera es un libreto de Volpi y tuvo dos representaciones en la Ciudad de México en mayo del año pasado. La ópera se llama Cuarto corridos, el filme conserva el título inicial. Las Elegidas de Jorge Volpi no son Las Elegidas de David Pablos. La primera, la del escritor, incluye un modo de pensar, el horror ligado a un linaje. Abarca varias décadas: surgimiento, auge, ocaso y fin. La segunda, la del cineasta, conjuga únicamente el horror de la captura y la cárcel y propone al amor como un error. La de Volpi se emparenta más a la obra de Ibargüengoitia, Las muertas (1977). La de Pablos a Bolaño. Exageremos un poco más. Volpi tiene más relación con Puzo en The Godfather (1969) y Saviano en Gomorra (2006). Pablos se relaciona más con Roberto y Bolaño. La relación con “el último escritor latinoamericano” viene reiterada por la realidad: el próximo proyecto de David Pablos es la adaptación de Los detectives salvajes (1998).
Ambas obras, novela de Volpi y filme de Pablos, potencian la realidad y la crueldad. No se excluyen, pero tampoco se necesitan. Una es sin la otra, ambas son independientes. Empero, leídas en conjunto, hacen una realidad hasta insoportable, lo que es posible. Lo injusto sería pedirle a alguna de las obras ser fiel con su referente. Toda obra es también un replanteamiento, una reescritura. Decía Piglia que de eso trata el ejercicio de leer: de establecer asociaciones. Lo que sí comparten, el filme y la novela, es su oscura poesía: Volpi haciendo una novela en verso, Pablos filmando con el mínimo uso musical.