Alrededor de la gran personalidad de Zapata se integraron importantes hombres que colaboraron a hacer del bastión del sur un sitio inexpugnable al que sólo se podría entrar –como de hecho se hizo– por una traición. Entre ellos, los más importantes eran Genovevo de la O, Otilio Montaño, Gildardo Magaña, Eufemio Zapata y Valentín Reyes Nava.
Esta imagen muestra a dos de ellos: Genovevo de la O y Valentín Reyes Nava. El primero, inteligente y gran estratega (tercero en la imagen), hombre de las confianzas de Zapata, fue uno de los pocos que sobrevivió el movimiento. El segundo, Valentín Reyes Nava, originario del pueblo de Santo Tomás Ajusco, en Tlalpan, entró al movimiento influenciado por charlas que los hermanos Flores Magón realizaron al arranque del siglo tratando de buscar respuestas al problema rural del país. Llegó a ser presidente municipal de Tlalpan pero fue fusilado por órdenes de Obregón por motivos poco claros.
La fotografía de la Revolución popularizó a los líderes de aquel movimiento, a través de sus cabalgaduras, su mirada seria y los amplios bigotes, tal como los usaba Zapata.