La adolescencia es aburrida para Omar, Santos y Gerardo, atrapados entre el desierto y la extraña modernidad de Tijuana. Sus padres nunca están, terminan las tareas pronto y las horas se pasan frente al sol, las patinetas y el break dancing. Su estado económico no es el mejor, pero El Hogar al Revés no se enfoca en ese punto. Más que una crítica, es una observación de la desigualdad social y una representación de la juventud moderna que no cae en estereotipos. Como documental, la narrativa de Itzel Martínez depende de sus tres protagonistas, unidos por la amistad y sueños de una mejor vida que quizás obtengan o no.
La realizadora pasó un año junto a ellos, reflejando la intimidad construida en la cinta. Es una demostración más, en la historia del documental, de la peculiar relación entre el sujeto y la cámara. No hay nada prohibido a los ojos de la audiencia, especialmente durante una secuencia donde Gerardo se pelea con su exnovia.
Tal estilo de observación directa puede traer problemas, a veces el sujeto se queda sin historias atractivas que contar. Y parecería que El Hogar al Revés va en ese camino, arrastrando a la audiencia hacia el aburrimiento y banalidad que rodea a sus protagonistas. Pero justo cuando no parece haber nada, algo ocurre en la vida de Santos, Omar o Gerardo, empujando la historia una vez más.
Si El Cuarto de los Huesos y Retratos de una Búsqueda son el presente, El Hogar al Revés propone un futuro no necesariamente trágico. No es una cinta donde los sueños se hacen realidad de la noche a la mañana –porque la realidad misma no es así– pero explora fragmentos de amor, desamor y sorpresa que al final otorgan, tanto a sus protagonistas como a la audiencia, una sensación de esperanza. Y actualmente, la esperanza es una sensación profundamente necesaria.
El Hogar al Revés es parte de la Décima Edición de Ambulante, y se presenta en la sección Pulsos. Más información en www.ambulante.com.mx
Dirección: Itzel Martínez.
Fotografía: Alejandro Ramírez Corona.
Edición: Clementina Mantellini, Itzel Martínez del Cañizo.
Sonido: José Inerzia, Saulo Cisneros.
Guión: Itzel Martínez del Cañizo.
Música: Gabriel Duprat.
Producción: José Inerzia, Adriana Trujillo, Itzel Martínez del Cañizo.
Año de producción: 2014.
Compañías productoras: Polen Audiovisual, Cuarto Propio, CONACULTA-IMCINE-FOPROCINE, FONCA.