¿Qué me atrae de María Elena Morera Mitre? Además de todos sus logros, que a continuación describiré brevemente, es el tipo de líder que no tiene que partir de destruir todo, de criticar todo, de volverse el dedo del juicio eterno. A mi parecer, su enorme sensatez para tratar de cambiar lo que está bien pero también destacar los esfuerzos positivos de otros, la ponen en un sitio diferente a muchos liderazgos mesiánicos que quieren ganar todo y esperan que el mundo se mueva de acuerdo con sus ideas. Es una líder social y activista en temas de seguridad, justicia y promoción de la mejora de las políticas públicas y participación democrática.
Ahora dedico estas letras a ella, aprovechando su reconocimiento de parte de Fundación Compartir como líder social 2014.
Nacida en la Ciudad de México, en 1958, María Elena estudió la carrera de médico cirujano odontólogo. Ya desde sus inicios en esa profesión, dedicó parte de su tiempo a atender a personas de escasos recursos. Está casada con Pedro Galindo Rodríguez, con quien tiene dos hijos y una hija. En 2001, con el secuestro de su esposo, liberado después de 29 días en cautiverio, decidió no permanecer como espectadora o como una víctima más y transformó su vida, liderando acciones para exigir que la seguridad y la justicia sean iguales para todos los mexicanos pero, también, diseñando alternativas de solución.
Hasta 2009, María Elena presidió México Unido Contra la Delincuencia, donde promovió, entre otras iniciativas, la primera Marcha Contra la Inseguridad, en 2004.
En 2010 fundó Ciudadanos por una Causa en Común, una asociación civil que preside, hasta nuestros días, enfocada en la construcción de ciudadanía estableciendo relaciones de confianza y participación entre los mexicanos y entre éstos y sus autoridades, además de promover mecanismos para transparentar la rendición de cuentas del gobierno.
Ha sido motor y pieza clave en la celebración de las Cumbres Ciudadanas: la primera, “para construir un México Pacífico y Justo”, celebrada en 2012 en la ciudad de México; y, la segunda, “por los Derechos y las Libertades”, realizada en junio pasado, en la ciudad de Puebla.
Promotora de la aprobación de la Ley General de Víctimas, la Ley del Impuesto sobre la Renta para el fortalecimiento de la OSC (Organización de la Sociedad Civil) y la Reforma Política Ciudadana; formó el Observatorio Ciudadano en la Evaluación de Control de Confianza de la Policía Estatal y Municipal. Asimismo es consultora en la formación de nuevas OSC y en proyectos de prevención de delito, seguridad y justicia.
María Elena es miembro del Comité Especial de Seguimiento y Evaluación de la Estrategia Nacional Antisecuestro y una de las cinco representantes ciudadanas del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
En un país donde la violencia es nota diaria, personajes que han sacrificado su comodidad, que han renunciado a vivir lamentando sin aportar, que toman enormes riesgos en beneficio de una sociedad que sufre por avanzar, merecen nuestro aplauso y, sobre todo, el compromiso de seguir su ejemplo. María Elena Morera es una mexicana excepcional que merece estos halagos y muchos homenajes.