Era 16 de abril de 1964, en punto de las 6:20 de la mañana, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez se persigna y da la orden para que el convoy que cargaba las 167 toneladas del dios Tláloc avanzara del pueblo de San Miguel Coatlinchán, en Texcoco, rumbo a la Ciudad de México.
Natalia Priego
Natalia Priego
Orgullosa licenciada en Letras Hispánicas. Lectora, correctora y articulista de pasión y de profesión. Mexicanísima de hueso colorado.
-
-
El Estadio Azteca, el Museo Nacional de Antropología, la Basílica de Guadalupe y el Palacio…
-
Comienza la cuenta regresiva para que se anuncien los Premios Nobel de este 2014, los cuales se dan a conocer los primeros días de octubre. Los Premios Nobel se crearon por voluntad de Alfred Nobel, químico, ingeniero e inventor de la dinamita, nacido en Estocolmo, Suecia en 1833. Provenía de una familia sumamente rica, además de que a lo largo de su vida generó una considerable fortuna, la suficiente como para heredarla para premiar «a los que, durante el año precedente hayan aportado el mayor beneficio a la humanidad.
-
Septiembre es un mes de fiesta para los mexicanos. Y una fiesta tiene como invitado principal la comida. El platillo por excelencia en estos festejos independentistas es, por supuesto, el chile en nogada, sin embargo el repertorio gastronómico de nuestro país es tan amplio que existen muchas otras opciones igual de ricas, tanto en sabor como en historia.
-
Campeche es una ciudad envuelta de historia. Sus calles, su arquitectura, sus fuertes, el mar que lo rodea han sido escenarios de fascinantes acontecimientos que han inspirado la creación de diversos relatos y narraciones. Tal es el caso de la antología de cuentos Campeche a través de sus leyendas que, como bien indica el título, nos permite conocer esta ciudad a partir de las historias de personajes tales como piratas, mujeres hermosas, marineros, hombres acaudalados e incluso hechiceras y seres mágicos.
-
Desde que en 1854 Charles Darwin publicó El origen de las especies, sabemos que la característica de cualquier ser vivo en esta tierra es adaptarse a las condiciones que le rodean o morir. Sin embargo, hoy día cabe preguntarnos ¿a qué y para qué nos adaptamos? Pregunta que subyace y motiva la última novela de Rosa Beltrán, titulada El cuerpo expuesto (Alfaguara, 2013).
-
Xavier Villaurrutia nació en la Ciudad de México el 27 de marzo de 1903 y murió el 31 de diciembre de 1950. Fue poeta, dramaturgo y crítico literario. Desde su adolescencia entabló amistad con Salvador Novo y Jaime Torres Bodet con quienes fundó la revista Contemporáneos, la cual publicaba la obra y difundía las ideas de intelectuales como Carlos Pellicer y José Gorostiza, Jorge Cuesta, entre otros quienes conformaron la generación del mismo nombre.
-
Los libros y el conocimiento que resguardan han sido históricamente el enemigo de todo estado totalitario que busca homogenizar la ideología, las creencias y los comportamientos de sus ciudadanos. Así, la censura es el arma que permite tener bajo control la manifestación de puntos de vista divergentes a los establecidos por el Estado. La Colonia en la Nueva España no fue la excepción, si bien se trató de un sistema de gobierno monárquico-eclesiástico, ejerció el poder y el control de formas muy similares a los totalitarismos del siglo XX. Una de las herramientas institucionales más atroces, pero al tiempo efectivas, para la corona española fue la Inquisición.
-
Rosario Castellanos nació en la Ciudad de México en 1925 y murió en Tel Aviv en 1974, siendo embajadora de nuestro país en Israel. Es considerada, después de Sor Juana Inés de la Cruz, la escritora más relevante de nuestro país. No sólo por su maestría literaria que desempeñó en todos los géneros, sino por abordar problemáticas que revelaban la injusticia social y política que se vivía en México a mediados del siglo XX, las cuales pocos intelectuales de la época se atrevían a tratar, y mucho menos las mujeres.
-
México ha sido un país prolífico en el campo de la literatura desde sus épocas precolombinas. El legado poético de Nezahualcoyotl, Axayacatl y Tochihutzin son una muestra de la importancia que la palabra, tanto oral como escrita, tenía para los pueblos mesoamericanos. Era tan grande el amor y el respeto que sentían por los códices, cuyo contenido resguardaba toda su sabiduría científica, literaria, religiosa y política, que el fraile franciscano Diego de Landa escribió en su Relación de las cosas de Yucatán: “Hallamosles grande número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa, en que no oviesse superstiçion y falsedades del demonio se los quemamos todos, lo qual a maravilla sentían y les dava pena”.