Pedro López Hernández, Author at Mexicanísimo (mexicanisimo.com.mx)
Como se sabe, el cine también muestra rasgos de nuestra gran cultura. Tal es el caso de películas que si bien, se ven todo el año, también se reservan para fechas especiales, como la Semana Mayor. ¿Quién no se encuentra familiarizado con ‘El mártir del Calvario’? Muchos hemos crecido con este ejemplar porque se trata del máximo exponente de su tipo en América Latina.
Sin embargo, ésta producción, aunque narra una historia de tradición judeocristiana, muestra grandes rasgos de la cultura mexicana, tales como la recreación de los paisajes y la locación de filmación (en los estudios Tepeyac, debido al poco presupuesto). En el filme se muestra la vida de Jesucristo, precisamente cuando llama a sus discípulos, punto de partida para que la trama inicie y posteriormente a los milagros, el sufrimiento de la cruz, la cual muestra no sólo el lado humano de Jesús, sino un momento ensombrecido por la tristeza, la amargura y el dolor.
A parte de una actuación espléndida y un desarrollo lógico, la película está estelarizada por leyendas de la pantalla grande como Enrique Rambal y Consuelo Frank (valga decir que ella es de las actrices que surgieron durante el cine mudo y además pudo continuar sin problemas en el cine sonoro, pues muchos actores del primero abandonaron las pantallas debido a que no pudieron hacerle frente al segundo).
Pese a la inclemencia económica, la película resultó todo un éxito en el país, estrenándose en 1952. Pero eso no es todo, sino que en otros países del continente ha sido bien recibida y sobre todo se transmite en Cuaresma, permitiendo que las personas no sólo conozcan una historia maravillosa, sino también la producción cinematográfica de México en su mejor época. Tal fue la repercusión de ‘El mártir del Clavario’, que en 1954 pudo participar en el Festival Internacional de Cine de Cannes (Francia), compitiendo para hacerse acreedora de la famosa Palma de Oro, un reconocimiento muy especial. Pese a que una película japonesa fue la galardonada, la filmación mexicana tuvo un impacto positivo en el público.
Ver esta película no sólo muestra el lado cultural de México y la influencia de las doctrinas Cristo céntricas en el país, también permite contemplar una fotografía profesional, así como una composición que explota todos los recursos para que los espectadores se compenetren aún más en la trama, sin olvidar la dirección del maestro Miguel Morayta.
He aquí, este es un filme que es orgullo del país y hasta hoy día sigue siendo visualizado, no por nada en la actualidad continúa en la programación e incluso en páginas web tiene millones de reproducciones.
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