En nuestra búsqueda de identificadores sociales, la música es fundamental y en México tenemos una maravillosa explosión de ella. Es, sin duda, uno de los grandes patrimonios que nos muestra ante el mundo y nos remueve el interior.
¿Cuál de esas canciones debería ser considerada el segundo himno nacional? Es un tema del que se habla mucho. Unos prefieren una obra, otros se inclinan más por otra; algunos nos identificamos con ciertos acordes románticos y otros en letras bravías; hay quien nos mira como eternos mariachis y otros que ubican a México en filigranas orquestales… Creo que al no tratarse de una determinación oficial, dependerá de la zona, del estilo musical que se prefiera, de la edad y hasta del estado de ánimo cuando se elija esa pieza. Son muchas las que se han incluido en la lista de las preferidas. De Marcha de Zacatecas a La Adelita, del Dios nunca muere a México lindo y querido, de Canción Mixteca a La Bamba, de cantos regionales como Guadalajara, Caminos de Guanajuato, Son de la Negra y Mi ciudad a melodías más frescas y relajadas como El rey, el sinaloense o Sábado Distrito Federal. Por supuesto que los más serios preferirán el multinombrado Huapango y los marciales elegirán Toque de bandera. Pero los que añoran el pasado tal vez prefieran alguna de las de antes, como Allá en el rancho grande, o tal vez Adiós, Mariquita linda o Me he de comer esa tuna.
En gustos, por supuesto, cada quien jala para su rancho, su condominio horizontal, su vecindad o su casita en la playa. ¿Quién soy yo para contradecirlos, si prefieren Jarabe tapatío, Cielito lindo o hastaVolver, volver, para los que andan lejos y añorantes? ¿A ti, cuál te parece que debería ser el segundo himno nacional?