Retos y dificultades hacia el futuro
Un diagnóstico es tan bueno como la integración de sus pruebas, por lo tanto, dar un diagnóstico al país es extremadamente complicado porque sus pruebas son de baja calidad. Durante muchos años hemos vivido en un tenue y muy débil hilo que ha mantenido un balance que afortunadamente no se ha perdido: el balance entre la capacidad de la medicina pseudo-privada y privada de suplir a la medicina pública que está sumamente atrasada.
Tenemos un Seguro Social en quiebra. Tenemos un ISSSTE en quiebra. Tenemos institutos y una salubridad que no está funcionando. El tema viene de sexenios anteriores. Pero el gran problema es que en algún momento vamos a sufrir las consecuencias de algo que se llama la transición epidemiológica.
A mediados del siglo pasado, la mayor parte de la gente se moría por temas infecciosos, infecto contagiosos: tuberculosis, diarreas, cóleras. Gracias a medicamentos, salubridad, medidas higiénicas, baños, se cambió a un modelo en el cual los pacientes empezaban a fallecer por enfermedades crónico-degenerativas.
Esa transición epidemiológica ya pasó, pero su problema lo estamos viviendo en los últimos veinte años. Porque la gente que ya no se moría por infecciones gastro-intestinales o tuberculosis, empezó a tener un estilo de vida en una sociedad donde ya es más probable que tenga diabetes, hipertensión, cáncer. Esos son los adultos mayores que estamos viendo ahora.
Esa transición todavía no le ha pegado a México a un 100%, porque somos un país todavía en desarrollo, donde todavía hay gente que se muere de cólera, donde todavía hay tuberculosis, pero cuando esa cola nos pegue, la situación de salud en el país va a ser insostenible.
Además va a ser mucho más caro. Antes era un antibiótico, un mes de antibiótico o un mes de terapia intensiva por una cólera. Ahora ese paciente que tiene diabetes tiene más riesgo de tener cáncer, ese paciente obeso tiene más riesgo de tener hipertensión. Entonces, hemos entrado epidemiológicamente a un ciclo en el cual las enfermedades crónico-degenerativas se alimentan entre ellas.
Sin un sistema de salud preparado, el escenario es grave. Necesitamos un cambio radical en el sistema de salud, de priorización de prevención, de tratamientos a tiempo. Hoy en día estamos tapando el sol con un dedo. Nos falta atender a las poblaciones más vulnerables. Nos falta descentralizar la medicina. No se puede tener un país de 130 millones de habitantes donde su mejor hospital público sigue estando en la capital.
A nivel académico y de investigación México es un país fuerte. Hay mucha gente que tiene mucho interés, muchas capacidades, grandes investigadores, que lo que están haciendo como proyectos individuales tienen realmente un impacto que comienza a ser global y tienen una visión científica, más allá de la mejora temporal. Desafortunadamente se enfrentan con el mayor problema que tiene un país en desarrollo que es el dinero, entonces, eso los frena de tal forma en la que sus descubrimientos o sus hallazgos se vuelven regionales y no mundiales, se vuelven locales y no globales.
Tenemos mucha gente muy talentosa, por mencionar a alguien muy talentoso podemos nombrar al Dr. David Kershenobich, director del Instituto Nacional de Nutrición. Es un personaje de la academia mexicana invaluable. Es una persona que ha tenido mucho impacto, no solo en México, sino en el mundo. Y hay muchos mexicanos más: un oncólogo de mama muy famoso, en Chihuahua; un neurocirujano especialista en tumores, que acaba de estar en México recibiendo un Honoris Causa en la Anáhuac, el Dr. Quiñones; un mexicano inmigrante que hizo su carrera allá y se convirtió en el jefe del Johns Hopkins. Aquí en México hay gente con capacidades extraordinarias.
*Dr. David Caba Molina. Es cirujano oncólogo, cirujano general y digestivo especializado en salud pública, nutrición clínica y prevención del cáncer a través de un abordaje multifacético. Además es director de VIDA contra el cáncer https://www.vidacontraelcancer.com