Si llegas a la ciudad de Oaxaca por sus atracciones históricas y las nuevas propuestas del presente, debes saber que entre las novedades hay un espacio que combina ambos tiempos.
“Hierba Dulce: comida curativa” es un espacio provisto de fantasías culinarias con las que seguro soñabas cuando escuchabas historias de tiempos prehispánicos en donde los platillos se relataban diferentes y te imaginabas el sabor. Al abrir el menú podrás encontrar agua de maíz endulzada con panela (destilado de la caña), enchiladas de hoja santa, además de una gran variedad de moles con setas y verduras que se derretirán en tu boca. Solo por mencionar algunos platillos.
La atmósfera produce paz. En el patio podrás sentarte a un costado de la fuente para escuchar el agua correr, ver a los cactus tratando de alcanzar las nubes gigantes del cielo, rodearte del vuelo de mariposas que incluso se paran en tus manos o posiblemente cruzarte con la mirada de Pitaya, una perrita negra y amigable, acostumbrada a las caricias. Al interior encontrarás un librero con títulos feministas perfectos para replantear pensamientos e inquietudes sociales, femzines, grabados y un ambiente acogedor.
Más que un restaurante, Hierba Dulce es un comedero de cocina prehispánica y librería feminista. El espacio fue creado hace ya casi dos años por Mariana Favela, quien es parte de La red de feminismos descoloniales, junto con su esposo José Eduardo Rojas. Ellas también son creadores de la editorial Pochote Press, dedicada a publicar ensayo, filosofía poética y textos feministas sobre movimientos sociales con estética feminista.
El equipo realiza dos proezas; las cuales probablemente han resultado exitosas por la manera en que entrelazan sus acciones. En primer lugar el rescate gastronómico-patrimonial de métodos de preparación prehispánica, en segundo la recuperación de un espacio en donde se reconozca el trabajo y conocimiento femenino, elemento olvidado en el gremio de los restaurantes. La cocina es el centro de ambas labores.
Si pruebas un pay de jiotilla y cuajinil sobre corteza de amaranto, probablemente revisarás el menú para cerciorarte de que no esta endulzado con azúcar ni con miel. En caso de que estés comiendo un pastel de zanahoria te maravillará encontrar trozos frescos del vegetal en medio de pan más suave y fresco, hecho sin leche ni huevo. La exhalación de los sabores de semillas, chiles, productos agrícolas, locales y en su mayoría endémicos se la debemos a las mayoras: mujeres especializadas y de gran sabiduría acerca de la tradición culinaria en México.
“En Hierba dulce no hay azúcares refinadas, no hay aceite y tampoco hay gritos en la cocina”, Comenta Mariana, tomando un sorbo de su moka en taza de barro. Luego agrega que gracias a la presencia de la Mayora Georgina Cruz revivir la cocina del pasado ha sido “una misión casi sencilla”. Probablemente es esa sencillez lo que cautiva del espacio. No hay pretensiones, el tiempo y las conversaciones fluyen ahí con mayor naturalidad.
Podrás pensar que “comida curativa” es su eslogan, pero pronto descubrirás que esto va más allá de combinar y preparar los ingredientes catalogados como saludables. Para ellas es importante poseer un conocimiento profundo de los productos naturales para conseguir platillos 100% nutritivos y auténticos siguiendo la tradición. Su exploración se encuentra íntimamente ligada a los sabores, con el redescubrimiento de las propiedades curativas de la comida, que son más potentes si se da posibilidad de que crezcan con los ritmos del campo.
La abeja en su logotipo es la representante de dicho respeto hacia el equilibrio ambiental; aunque se puede considerar también como un anuncio visual de que la miel es el único producto animal que ahí encontrarás (la mayoría de las veces solo si lo pides). Esta excepción se debe a que ser 100% vegano no te garantiza parar con la explotación de los recursos, ni asegurar una nutrición total. Como diría Mariana: “Solo puedes comer bien mientras haya una agricultura natural que lo sustente, si existieran más lugares como este, se abriría la posibilidad de mantener familias productoras”.
En Oaxaca la riqueza se encuentra en su patrimonio, pero también en las nuevas propuestas para acercarse a él, vivirlo y crear expresiones inéditas. Este ambiente se percibe en las calles; al platicar con Mariana acerca del ambiente urbano-cultural de la ciudad, ella nos cuenta que la transformación que se desarrolla actualmente puede ser explicada en gran medida partiendo del(os) feminismo(s); especialmente desde los espacios simbólicos y físicos que el movimiento ha abierto para las mujeres.
En primer lugar el movimiento feminista ha generado giros en la forma cotidiana de relacionarse, tanto en espacios públicos como en la vida privada y eso se refleja en los ritmos cotidianos de Oaxaca. Un caso concreto para vislumbrar la pérdida de validez cultural del machismo es la re-lectura del piropo. “Una acción que antes era aceptable, en menos de dos años se ha convertido en políticamente incorrecta, dando más seguridad para transitar por las calles”, ejemplifica Mariana.
Es necesario comenzar a pensar en la existencia de librerías, cafés y bares feministas como en el resultado de la determinación femenil por tomar lugares en otras épocas establecidos para roles masculinos. En especial si recordamos cómo las mujeres estaban relegadas a espacios cerrados o eran invisibilizadas en lugares públicos. Hierba Dulce es un espacio feminista seguro que abre sus puertas a otros proyectos y mujeres que aportan nuevas perspectivas, como las catas de mezcal con Sosima Olivera, maestra mezcalera con quien puedes aprender a escoger el mejor mezcal.
Cualquier día que vayas te recibirán con botana de zanahoria, pepino, jícama, chilito en polvo, sal y limón, los domingos hacen un brunch escuchando jazz, te recomiendo que estés atenta a sus redes sociales (Twitter, Instagram y Facebook) para que no te pierdas de las degustaciones de mezcal o presentaciones de libros que organizan.
Existe más de una forma de describir Hierba Dulce, porque de ahí nacen muchísimas posibilidades; para mí es un espacio cultural feminista, no solo por sus actividades relacionadas con libros o intercambio de ideas, sino por su gran labor al crear vínculos significativos comunitarios y temporales que nos conectan con la naturaleza. Otra buena noticia: siempre están abiertas a las propuestas nuevas.
Por estas razones, Mexicanísimo te invita a que conozcas Hierba Dulce y a que te metas todo ese conocimiento a la boca, contribuyendo a la sustentabilidad de un proyecto cultural que roba el corazón
Lo encontrarás abierto de jueves a martes, de las 9:00 a las 17:00 horas.
Nuestras recomendaciones:
Desayuno: Pan francés (hecho de pan de masa madre), Moka (los puedes pedir a cualquier hora)
Comida: Sopa de milpa y mole amarillo.
Agua de jengibre con papaya.
Fotos: Cortesía Hierba Dulce.