Prácticamente todos hemos visto la escultura de bronce Alas de México mientras caminamos por las ciudades de nuestro país. Ahora, la obra más conocida de Jorge Marín cruzó el Atlántico y encontró un hogar en la capital española.
Desde ayer, miércoles 19 de septiembre, el reconocido artista michoacano puede decir que cuenta con una escultura en exhibición permanente en Madrid, específicamente en el Parque Norte, pues sus famosas alas encontraron un espacio para ocupar en los jardines del lugar.
No es la primera vez que Alas de México sale de nuestro país, la obra ya había viajado a destinos como Tel Aviv, Los Ángeles, San Antonio, Nagoya, Berlín, Singapur, Quebec y San José, algunas veces de forma itinerante, otras para quedarse de forma permanente.
La importancia de su traslado a España radica en que buscan funcionar como un símbolo de la conexión que existe entre México y España. El viaje de la escultura a tierras ibéricas también funciona como una celebración de la migración, un fenómeno humano que el artista considera enriquece a las sociedades. La pieza lleva aproximadamente 8 años expuesta sobre el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, donde cientos de miles de turistas y ciudadanos pudieron interactuar con ella. Ahora hará lo mismo, solo que al otro lado del océano.
Marín destacó la importancia que tiene que la gente entre en contacto con sus alas de bronce, a las que el michoacano describe como migrantes: “Traen consigo, simbólicamente, algo de las ciudades e imaginarios de los que se han nutrido. Como creador de ellas, reconozco que no están completas: esta escultura se concluye cuando la gente la porta, se fotografía e interactúa con ella”.
El artista ha hablado antes de su gusto por exponer en lugares públicos y abiertos. Hace no mucho tiempo, la explanada enfrente del Palacio de Bellas Artes contó con la presencia de una escultura de Marín titulada El ruido generado por el choque de los cuerpos, que consistía de una barca muy larga con tres figuras humanas hechas en bronce cubiertos en telas, de bronce también, que invitaba al espectador a aventurar una interpretación personal sobre su significado y también a lograr que el transeúnte se encontrara de frente con una pieza de arte en su caminar de todos los días.
De esta forma, Jorge Marín continúa con su exitosa carrera escultórica, solo que ahora serán los públicos españoles los que tendrán la oportunidad de entrar en contacto con sus Alas de México y darles el significado que ellos consideren pertinente.
Foto: «Skulptur Klingelhöferstr 3 (Tierg) Wings of Mexico-Jorge Marín-2013» por OTFW, CC BY-SA 3.0.