“La Sra. Doña Margarita Maza de Juárez, deja a su familia el modelo de sus virtudes; a sus amigos una dulce memoria, y a los infelices y desgraciados un nombre que bendecir”. – Diario oficial
A 147 años de su muerte, honremos la memoria de Margarita Maza Parada, mujer comprometida con los ideales democráticos mexicanos y soporte incansable de su esposo, Benito Juárez. Mientras Benito escapaba de las garras del ejército conservador, algo que lo mantuvo alejado de su familia por largos periodos de tiempo, su esposa, fuerte, decidida y capaz de sobreponerse a toda adversidad, mantuvo la unidad familiar y se encargó de la crianza y protección de sus hijos durante un capítulo sangriento de la historia de nuestro país.
Nacida en una familia acomodada de Oaxaca, Margarita creció rodeada de privilegio, con maestros particulares que le dieron una educación de calidad. Sin embargo, sus padres, Antonio Maza y Petra Parada Sigüenza, inculcaron en sus hijos ideas liberales, mismas que terminaría compartiendo con Benito Juárez. A su esposo lo conoció por medio de la hermana de él, Josefa, quien trabajaba en casa de los Maza como empleada doméstica.
La diferencia de edad era considerable, Benito le sacaba 20 años a Margarita, pero tras cortejarla durante su tiempo como estudiante de derecho, los dos se casaron en 1843, ella tenía 17 años. Para este momento, la carrera política de Benito ya despuntaba, con cargos importantes en el gobierno oaxaqueño.
La pareja tuvo 12 hijos, nueve mujeres y tres hombres, aunque cinco murieron cuando eran muy pequeños, algunos cuando Benito estaba lejos de casa, ya sea por su destierro a Cuba y Nueva Orleans por orden de Antonio López de Santa Anna, por su cargo de Ministro de Gobernación o durante su presidencia, cuando hizo frente a la Intervención francesa en nuestro país. Fue en estos periodos de tiempo cuando Margarita Maza tuvo que hacerse cargo de los hijos de la pareja y enfrentarse, sola, al dolor que le provocaba la pérdida de los más pequeños.
Además de la ausencia de Benito, la complicada situación política en la que México se encontraba inmerso hizo que la familia sufriera dificultades económicas, pero Margarita halló la manera de sacar adelante a sus hijos e incluso a su esposo al abrir una pequeña tienda en Etla, Oaxaca. Las ganancias que le daban las ventas fueron suficientes para mandarle dinero a Benito cuando este lo necesitaba durante su vida en el exilio.
La fortaleza de esta mexicanísima mujer quedó manifiesta cuando, además de la ausencia de su esposo y las dificultades económicas, Margarita tuvo que lidiar con las persecuciones que los enemigos políticos de Benito hacían contra la familia. Pero Margarita pudo sobreponerse incluso al hostigamiento ordenado por personajes como Antonio López de Santa Anna y José María Cobos, siempre pudiendo evadir a sus perseguidores.
Su lucha por los ideales liberales puede no ser tan conocida como la de su esposo, pero Margarita Maza fue un personaje importantísimo en la historia de nuestro país. Mujer nacida en el privilegio, pero que puso a un lado su cuna para pelear por un México más justo y democrático. Por algo su nombre está escrito con letras de oro en la Cámara de Diputados, uno de los honores más grandes que pueden otorgarse a un mexicano. Que su nombre quede grabado en nuestra memoria, tanto como el de su legendario esposo.
Imagen principal: Fundación de la Familia de Benito Juárez García, A.C. (http://ffbjg-mexico.blogspot.mx)