Estamos celebrando a la Virgen de Guadalupe y, por lo tanto, como cada año, la Ciudad de México alojará a más de 6 millones de creyentes que marchan hacia la Basílica de Guadalupe para honrar a nuestra señora del Tepeyac. ¿Pero y si no somos católicos practicantes o católicos, punto?
Aquí en Mexicanísimo pensamos en una peregrinación alternativa y secular, enfocada en uno de los hombres responsables del diseño del edificio al que millones de católicos llegan cada año y uno de los arquitectos mexicanos más importantes de la historia de nuestro país: Pedro Ramírez Vázquez. Escogimos siete de sus edificios más icónicos, mismos que podrían visitarse este fin de semana y, si tienes el tiempo y la condición física, podría hacerse a pie.
La arquitectura debe ser eficacia y verdad».
Estadio Azteca
Empezamos en el sur de la ciudad con El Coloso de Santa Úrsula, diseñado por Ramírez Vázquez y Rafael Mijares Alcérreca. Se inauguró en 1966 y su cancha ha sido testigo de algunos de los momentos más memorables del deporte más popular en el mundo, como el Juego del Siglo entre Alemania e Italia en 1970 y el Gol del Siglo de Diego Armando Maradona en 1986. Además, es sede de conciertos, entregas de premios, presentaciones de libros, eventos de beneficencia y homenajes. Es imposible imaginar la Ciudad de México sin el Estadio Azteca.
Facultad de Medicina de la UNAM
A 6 kilómetros del Azteca, dentro del campus de la UNAM y llena de estudiantes envueltos en batas, puede visitarse la Facultad de Medicina –antes llamada Escuela Nacional de Medicina– cuya construcción comenzó en 1951 y terminó en 1956. El edificio fue ideado por Ramírez Vázquez, Roberto Álvarez Espinosa, Ramón Torres Martínez y Héctor Velázquez Moreno. Se distingue por su fachada: un mural inmenso de Francisco Eppens, hecho con cerámica vidriada, que retrata el origen del universo según los aztecas.
Museo Nacional de Antropología e Historia
Nos movemos más al centro de la capital, a Polanco, para visitar una de las obras arquitectónicas más celebradas de la ciudad. Con sus más de 70,000 m2, uso materiales tradicionales y diseño que celebra a las culturas que alberga en su interior, el Museo Nacional de Antropología e Historia se construyó entre 1963 y 1964. El líder del proyecto fue Ramírez Vázquez, quien coordinó a arquitectos y artistas para elaborar un espacio amigable para el usuario y lleno de estructuras inspiradas en tradiciones de culturas prehispánicas. Destaca el patio central, donde se encuentra el famoso Paraguas, una cubierta de colgante de 4,467.5 m2 sostenida sobre una columna central, adornada con un relieve escultórico en bronce de los hermanos Chávez Morado.
Museo de Arte Moderno
A menos de 1 km. de distancia puede visitarse otro museo de Ramírez Vázquez, pero uno cuyo diseño contrasta mucho con el anterior. Mientras uno se distingue por su gran tamaño y uso de espacios abiertos, el otro es pequeño y contenido dentro de una misma estructura, con grandes ventanales que miran hacia el bosque de Chapultepec. Los estilos contrastan mucho y llama la atención que ambos museos fueron terminados el mismo año, en 1964, evidencia de la versatilidad del arquitecto, quien trabajó con Rafael Mijares, su colega unos años después en el Estadio Azteca.
Museo del Templo Mayor
La peregrinación continúa al tercer –y último– museo en este recorrido de Ramírez Vázquez. En pleno Centro Histórico, el Museo del Templo Mayor abrió sus puertas en 1987 para albergar las piezas arqueológicas recuperadas en excavaciones que se llevaron a cabo en la zona inmediata a las instalaciones, entre 1978 y 1982. El edificio, con una fachada blanca muy sobria, parece incitar al público a centrar su atención en las ruinas arqueológicas que le dieron origen y no al edificio en sí.
Palacio Legislativo de San Lázaro
La sede de la Cámara de Diputados de México fue obra de Ramírez Vázquez, Jorge Campuzano y David Suárez. Se terminó de construir en 1981, tras una reforma política que incrementó el número de diputados e hizo que la sede anterior, en el Palacio de Donceles, quedara pequeña para albergar a los nuevos legisladores. Su distribución recuerda la del Museo Nacional de Antropología, con un patio central similar, pero más pequeño y sin techar.
Nueva Basílica de Guadalupe
Finalmente, llegamos a nuestra parada. Si bien este recorrido arquitectónico por las obras de Pedro Ramírez Vázquez nos ha llevado a visitar algunos de los edificios más reconocidos y visitados de la ciudad –como el Estadio Azteca y el Museo Nacional de Antropología–, ninguno atrae a más personas todos los años que la Nueva Basílica de Guadalupe, que se construyó en 1976, según el diseño de Ramírez Vázquez, José Luis Benlliure, Alejandro Schoenhofer, fray Gabriel Chávez de la Mora y Javier García Lascuráin. Es con este sitio de devoción, que contiene la imagen de la Virgen de Guadalupe, que –al igual que los millones peregrinos este 12 de diciembre– cerramos nuestro viaje con broche de oro.