- La Casa Azul presenta Frida Kahlo. Pintar por accidente, una exposición temporal que recuerda los 100 años del accidente de Frida Kahlo ocurrido el 17 de septiembre de 1925.
- Instalada en el Jardín principal de la Casa Azul, la muestra propone un recorrido íntimo y emotivo que explora cómo aquel evento marcó su cuerpo, sus emociones y su destino creativo.
- La exposición disponible a partir del 17 de septiembre está organizada en tres secciones que invitan a recorrer, paso a paso, la historia del accidente y su eco en la vida de Frida.
Coyoacán, Ciudad de México; 16 de septiembre de 2025. El Museo Frida Kahlo, mejor conocido como la Casa Azul, presenta la exposición temporal Frida Kahlo. Pintar por accidente, una muestra conmemorativa que nos invita a reflexionar sobre uno de los sucesos más determinantes en la vida de Frida: el accidente que sufrió hace 100 años en 1925, cuando tenía apenas 18 años.
Instalada en el ala lateral del Jardín principal de la Casa Azul, la muestra propone un recorrido emotivo que explora cómo aquel evento marcó su cuerpo, sus emociones y su destino creativo. Reproducciones contemporáneas de fotografías, documentos, notas médicas e imágenes de su obra se reúnen para narrar la historia de una joven que encontró en la pintura un refugio y una razón para seguir adelante.
Un suceso que cambió el rumbo
El 17 de septiembre de 1925, Frida Kahlo regresaba del Centro Histórico de la Ciudad de México acompañada de su entonces novio Alejandro Gómez Arias. Habían tomado un autobús, pero al bajar a buscar una sombrilla olvidada, subieron a otro camión que minutos después chocaría contra un tranvía en la calzada de San Antonio Abad, frente al mercado de San Lucas.
Frida lo describió así: “Fue un choque extraño. No fue violento, sino sordo, lento y maltrató a todos. Y a mí mucho más”. El pasamanos atravesó su cuerpo, provocando múltiples fracturas en la columna vertebral, pelvis, costillas y pie derecho, además de una herida abdominal grave. Trasladada a la Cruz Roja, permaneció meses en cama e inmovilizada con un corsé de yeso. A pesar de la incertidumbre médica y de un dolor constante que nunca la abandonaría, Frida comenzó a reconstruirse a través del arte.
Durante su convalecencia tras el accidente de 1925, Frida Kahlo pidió a su padre, Guillermo, la caja de óleos que había utilizado desde niña; él se la prestó “como un chamaco a quien le quitan un juguete para dárselo al hermano enfermo”. Su madre le mandó hacer un caballete especial y colocó un espejo en la parte superior de la cama, permitiéndole mirarse y pintar boca arriba. Así nacieron algunas de sus primeras obras como Autorretrato con traje de terciopelo (1926), donde Frida aparece desafiante y cautivadora, iniciando así un camino artístico que se volvió su forma de transformar el dolor en vida.
Un recorrido en tres núcleos
La exposición está organizada en tres secciones que invitan a recorrer, paso a paso, la historia del accidente y su eco en la vida de Frida:
- El tranvía– El contexto de los medios de transporte en la época en que sucedió el accidente.
- El accidente – Testimonios de la propia Frida, documentos médicos y hemerográficos que dan cuenta de la tragedia y de su recuperación.
- La pintura – La manera en que la pintura se convirtió en la vía para expresar dolor, amor, identidad y lucha.
Frida Kahlo. Pintar por accidente, ofrece a los visitantes un acercamiento personal a la vida de Frida desde el lugar que la acompañó siempre: La Casa Azul. Aquí nació, creció y murió. Fue en este espacio familiar donde encontró apoyo emocional y físico, donde su rebeldía y creatividad, transformaron una tragedia en motor de una vida.
Hoy, convertida en museo, la Casa Azul mantiene viva esa memoria, permitiendo que visitantes de todo el mundo se acerquen no solo a la obra de Frida, sino también a la experiencia humana que la sostiene. La exposición conmemorativa se suma a esta misión: mostrar a la artista como una mujer que, a pesar de las adversidades, supo reinventarse y convertir el sufrimiento en motor de vida.
Al cumplirse un siglo del accidente que transformó la vida de la artista, el Museo Frida Kahlo invita a nuestros visitantes y audiencias a descubrir en Frida Kahlo. Pintar por accidente no solo a la pintora, sino a la mujer que supo enfrentar el dolor con valentía, que encontró en la creación una razón para vivir y que hoy es reconocida internacionalmente como una de las artistas más influyentes del siglo XX