Por José Kamuel Zepeda Moreno
El Huapango de Moncayo es una de las obras maestras de la música mexicana; una suerte de segundo himno nacional con el que se identifica a nuestro país en el mundo entero; un estupendo trabajo sinfónico, a la par de las más grandes obras orquestales de toda la historia; una maravillosa síntesis de emoción popular y erudición musical; un canto sobre la identidad y la pertenencia; un ícono del sentimiento nacionalista.
José Pablo Moncayo García nació en Guadalajara, Jalisco, el 29 de junio de 1912. Sus padres fueron Francisco Moncayo Casillas y Juana García López. A los seis años de edad su familia se trasladó a la Ciudad de México, donde radicó hasta su muerte. Inició sus estudios musicales a los 14 años con Eduardo Hernández Moncada, quien le inculcó las bases y lo formó como pianista.
Inspirado por su hermano mayor Francisco Moncayo, quien también era músico, tocaba el piano en orquestas de jazz, bares, restaurantes, estaciones de radio y en salas de cine, que en los años 20 requerían de un músico “en vivo” acompañando la proyección de las películas de cine mudo de artistas como Charles Chaplin o Buster Keaton. Ello le ayudaba a solventar sus estudios y colaborar con el sostenimiento de su familia.
En 1929, a los 17 años, ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde tuvo como maestro a Candelario Huízar en las materias de análisis, instrumentación y composición. También tuvo como maestro a Carlos Chávez –director del plantel– en composición y dirección orquestal. Chávez se convertiría, al paso de los años, en un factor determinante para la formación y carrera musical de Moncayo, así como en su más grande impulsor, gracias a la enorme visión del futuro que poseía.
En 1931, Carlos Chávez fue precursor de la cátedra de Creación Musical en la que tuvo por alumnos a Moncayo, Daniel Ayala, Blas Galindo y Salvador Contreras, quienes más tarde formarían el famoso Grupo de los Cuatro. El 22 de agosto de 1931, José Pablo Moncayo se dio a conocer como compositor en un concierto de la Sociedad Musical Renovación con las obras “Impresiones en un Bosque” e “Impresión”.
Con el fin de obtener ingresos económicos y proseguir con su carrera, en 1932 Moncayo buscó, junto con Salvador Contreras, la posibilidad de ocupar una plaza de profesor en los centros dependientes de la Secretaría de Educación Pública.
Tiempo después, en 1941, Pablo Moncayo asistió junto con su inseparable compañero, Blas Galindo, en calidad de invitado al Festival Musical de Berkshire, Massachussets, en Estados Unidos, organizado por Aaron Copland, Serguéi Kusseivitzky y la Orquesta Sinfónica de Boston. Durante el certamen fue estrenada su pieza “Llano Grande para pequeña orquesta”, escrita durante su estancia en el Festival.
En agosto de 1941, Carlos Chávez organizó un histórico concierto de música mexicana con la Orquesta Sinfónica de México, para el que se compusieron grandes himnos de la corriente nacionalista: Sones de mariachi de Blas Galindo; Corridos de Salvador Contreras; y, por supuesto, el Huapango de Moncayo.
En 1948, José Pablo compuso la ópera La Mulata de Córdoba, basada en una leyenda de la época colonial, por encargo de Carlos Chávez a través del Instituto Nacional de Bellas Artes. El libreto de la misma fue escrito por el escritor Xavier Villaurrutia (1903-1950) y el pintor Agustín Lazo (1898-1971). La misma fue estrenada el 19 de octubre de ese año dentro de la temporada de ópera junto con otras dos obras más: “Elena”, de Eduardo Hernández Moncada, y “Carlota”, de Luis Sandi.
En 1949 Moncayo ocupó la cátedra titular de Composición en el Conservatorio Nacional de Música, además de seguir impartiendo las materias de Armonía, Dirección de Coros y Dirección de Orquesta. Más tarde fue maestro en la Escuela Superior Nocturna de Música, así como en la Escuela de Iniciación Artística.
En ese mismo año compartió el segundo lugar, junto con Joaquín Gutiérrez Heras, en el concurso de composición convocado por Bellas Artes para celebrar el centenario de la muerte de Chopin, con la obra “Tierra de Temporal”. El primer lugar fue obtenido por Miguel Bernal Jiménez por su obra “Tres Cartas de México”. La obra presentada por Gutiérrez Heras fue el “Divertimento para Piano y Orquesta”, y fue estrenado el 13 de octubre de 1950 en el Palacio de Bellas Artes, con Moncayo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional y con Salvador Ochoa al piano.
“Tierra de Temporal” fue tomada por el coreógrafo Guillermo Arriaga para su ballet Zapata y fue estrenado el 10 de agosto de 1953 en el Teatro Nacional Estudio de Bucarest, Rumania, con motivo del IV Festival Mundial de la Juventud. En México se presentó por primera vez dos meses después en el Teatro Juárez de Guanajuato y, posteriormente, en noviembre del mismo año en el Palacio de Bellas Artes. La escenografía y vestuario corrieron a cargo de Miguel Covarrubias.
En 1953, la Orquesta Sinfónica de Louiseville le encomendó la creación de una obra. Producto de ese encargo surgió “Cumbres”, una de sus obras sinfónicas más logradas y quizá la más apreciada por el compositor, según sus propios testimonios.
Para el cine compuso “La Potranca”, que formó parte de la película Raíces, premiada en el Festival de Cannes, Francia.
Hacia el final de su vida, contrajo matrimonio con la señora Clara Elena Rodríguez del Campo, el 2 de agosto de 1955, procreando dos hijas. Finalmente, una afección cardiaca lo privó de la vida el 16 de junio de 1958.
Ilustración: José Pablo Moncayo, autor Manuel Moreno, por encargo del maestro Kamuel Zepeda para el libro José Pablo Moncayo, Músico. Colección Creadores Artísticos de Jalisco, Secretaría de Cultura de Jalisco, 2012.