El jueves de la semana pasada, la embajadora de Francia en México, Anne Grillo, hizo entrega del Premio de Derechos Humanos de la República Francesa a la organización mexicana IDEAS Ch’ieltik por su trabajo con jóvenes provenientes de comunidades autóctonas de Chiapas para el fortalecimiento de sus derechos humanos fundamentales. El reconocimiento constó de una medalla y un diploma, recibidos por la directora general de la institución, la doctora Norma Inés Barreiro, en un evento celebrado en la Residencia de Francia, que también contó con la participación de tres jóvenes indígenas que trabajan en IDEAS Ch’ieltik.
La primera en tomar el micrófono fue la propia embajadora, quien habló de la importancia de que los jóvenes estén bien informados y ejerzan plenamente sus derechos humanos, especialmente cuando provienen de comunidades autóctonas, donde las cifras de embarazo juvenil son extremadamente altas. IDEAS Ch’ieltik trabaja con ellos para apoyarlos por medio de talleres sobre manejo de emociones, toma de decisiones y salud sexual y reproductiva, temas fundamentales para que alcancen una vida plena, pero lo hace integrando a los propios miembros de las comunidades en su equipo, para que ellos mismos sean los que impartan los talleres.
El reconocimiento fue en la categoría de Promoción y protección de los derechos sexuales y reproductivos, pues, en palabras de la embajadora, “Todos los jóvenes, sin importar su origen, tienen derecho a decidir sobre su vida, incluso sobre su vida sexual”.
Procedió a entregar la medalla y el diploma a la Dra. Barreiro, quien habló de la importancia del trabajo de la organización (cuyo nombres significa “somos los que crecemos” en tzeltal), que tiene presencia en tres regiones de Chiapas, donde habitan comunidades tzotziles, tzeltales y kanjobales. Agradeció al gobierno francés por el reconocimiento y, tras explicar las distintas labores de IDEAS Ch’ieltik, cedió la palabra a los tres jóvenes miembros del “Equipo semillero”: Florencia “Nichim” López Gómez, Nazaria Jiménez Jiménez y Jayder García Vásquez.
Florencia, mejor conocida como “Nichim” (flor en tzeltal), habló sobre los obstáculos a los que se enfrenta la organización cuando trabaja en comunidades autóctonas en las que las voces de los jóvenes no cuentan en la toma de decisiones, como San Juan Cancuc, comunidad donde Nichim desempeña la mayor parte de sus labores. Las leyes de usos y costumbres con las que se rigen, dijo, tienen un lado bueno y un lado malo. Dentro de lo negativo, la cuestión de la desigualdad de género es uno de los principales problemas.
Nichim puso de ejemplo cómo el embarazo juvenil puede provocar que niñas o adolescentes sean obligadas a casarse desde los 9 años con hombres mayores, para evitar que la familia pase vergüenza. Por ello la importancia de dar talleres sobre salud sexual y reproductiva, para lograr que las y los jóvenes puedan ejercer su sexualidad en plenitud y sin que termine en matrimonios forzados o muertes de parto cuando las niñas son muy pequeñas para dar a luz. “Los usos y costumbres no los podemos cambiar, pero podemos hacer consciencia entre los padres, entre los adultos, para que los jóvenes sean escuchados y atendidos, para que tengan ese ejercicio de sus derechos”, dijo Nichim.
La joven chiapaneca, que habla tzeltal, concluyó explicando el origen del nombre de la organización: “Ch’ieltik, ‘los que crecemos juntos’”, dijo, “¿Por qué crecemos juntos? Porque nadie nace sabiendo, nacemos para aprender y estamos en ese proceso”.
La siguiente en tomar el micrófono fue Nazaria, del municipio de Chenalhó, que es mejor conocido por haber sido la sede de la masacre de Acteal en 1997. La joven habló de cómo IDEAS Ch’ieltik le ha ayudado a abrirse, a superar su timidez; con ellos ha aprendido que los hombres y las mujeres somos diferentes, pero tenemos los mismos derechos y obligaciones. “Me han dado muchas esperanzas, he pensado en seguir estudiando, he pensado en avanzar” dijo y concluyó afirmando que quiere “ser alguien, para ayudar a mi comunidad, al país, a las demás personas”.
Finalmente, Jayder fue el encargado de cerrar el evento con su testimonio del trabajo de la organización, a la cual, explicó, entró sin muchas ganas, pero esto cambió cuando se dio cuenta del interés que percibía por parte del equipo para ayudar a las personas como él. “Me han abierto puertas para seguir estudiando y mucho más”, expresó, tras afirmar que antes de trabajar con IDEAS Ch’ieltik pensaba en migrar fuera de su comunidad para poder apoyar económicamente a su familia. El joven, que estudia el bachillerato en Nuevo San Juan Chamula, a unos cuantos kilómetros de la frontera con Guatemala, agradeció a la organización por haberle ayudado a mirar las cosas de manera diferente y a darse cuenta de que puede tomar sus propias decisiones, las que le ayuden a convertirse en la persona que él desea ser.
Una vez que terminaron los testimonios de los jóvenes, los asistentes –entre los cuales se encontraba la embajadora de Suecia en México, Annika Thundborg– procedieron a hacer un brindis y disfrutar de canapés mientras charlaban entre sí, un cierre muy ameno para el evento.
Felicitamos a IDEAS Ch’ieltik por su trabajo en pro de los derechos de los jóvenes provenientes de comunidades autóctonas de Chiapas, nos enorgullece que organizaciones que desempeñan una labor como la suya reciban reconocimientos como el que obtuvieron el pasado 17 de mayo.