Ciudad de México, 28 de octubre de 2017
Fotos: Karina Flores y Paula Romo
Más de un millón de personas se unen con el puño en alto durante el Desfile de Ofrendas Móviles
· En su trayecto de la Estela de Luz al Zócalo capitalino, miles de personas disfrutaron de catrinas, calaveras, comparsas musicales, carros alegóricos y globos monumentales
· Dividido en los segmentos La Muerte Viva y Carnaval de Calaveras, el contingente abrió con un carro en forma de puño en alto en honor a las víctimas de los sismos y los rescatistas
Con el paso de un carro empujable en forma de un puño en alto para rendir homenaje a las víctimas de los sismos del 7 y 19 de septiembre y en reconocimiento a rescatistas y brigadistas, comenzó en la Estela de Luz el Desfile de las Ofrendas Móviles, que arribaría al Zócalo capitalino casi tres horas después, en un recorrido disfrutado por más de un millón de personas.
A las 16:00 horas comenzaron las actividades de la Celebración de Muertos 2017, que tendrán presencia hasta el 4 de noviembre. Pasado el mediodía, miles de capitalinos y turistas empezaron a apostarse en las inmediaciones de la Estela de Luz, Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Calle 5 de Mayo y de la Plaza de la Constitución para atestiguar el trayecto del Desfile de las Ofrendas Móviles, dividido en los segmentos La Muerte Viva y el Carnaval de Calaveras.
Sin dejar de lado la naturaleza sobria y a la vez festiva que representa el Día de Muertos, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2003 por ser una de las tradiciones vivas más arraigadas en la cultura mexicana, el recorrido de siete kilómetros abrió con el carro en forma de puño en alto —formado por palas, picos y cascos—, símbolo que reconoce la cultura solidaria mostrada durante los días de desastre y la esperanza de encontrar sobrevivientes bajo los escombros. A lo largo de las casi tres horas que duró el desfile, el carro encabezó el contingente de las Ofrendas Móviles, cobijado por personas vestidas de negro que portaban chalecos reflectantes y una banda en el brazo en señal de luto, e identificaban a las instituciones públicas, como la Secretaría de Marina, a los países —entre ellos Chile y Japón— y a la sociedad civil que ayudaron en las labores de rescate de víctimas tras los sismos registrados en septiembre pasado en el país. Para honrar la memoria de las víctimas de los sismos, el primer contingente hizo tres paradas durante el trayecto: en el Ángel de la Independencia, en el Hemiciclo a Juárez y en la plancha del Zócalo, y al unísono levantó el puño para guardar un minuto de silencio.
Detrás del carro vanguardia, desfiló una vistosa, colorida y sonorizada procesión de los segmentos La Muerte Viva y el Carnaval de Calaveras, que para hacer posible el magno recorrido contó con la participación de alrededor de dos mil voluntarios. Entre carros alegóricos, globos monumentales, catrinas y calaveras gigantes, comparsas musicales y decenas de participantes con llamativos atuendos, el público disfrutó de una verbena popular por las principales calles y avenidas de la Ciudad de México, que fueron valladas para seguridad de los asistentes.
La tradición y diversas expresiones populares se conjugaron en el primer segmento, La Muerte Viva, dividido en México Profundo, dedicado a la época prehispánica y al ciclo infinito de la regeneración, ese espacio donde la muerte es un viaje hacia la vida; México Mestizo, enfocado al periodo de la colonia y el virreinato, y México Lindo y Querido, que evocó la transición del país de la etapa de la Revolución Mexicana hasta la época actual.
Con percusiones y danzas prehispánicas, México Profundo abrió con un colorido arco donde se podía leer “A la casa del Sol van los guerreros y las madres que mueren al parir”, seguido de diversos elementos como un carro empujable alusivo a Mictlán y el carro alegórico dedicado a la deidad precolombina Tlaltecuhtli. Le siguieron los subsegmentos México Mestizo, que abrió con la leyenda “Con la Conquista llega el temor de Dios”, donde las figuras de La Llorona, frailes, tehuanas, ángeles, diablos y un carro alegórico adornado con flores de cempasúchil representando un panteón, hicieron su aparición. En medio de un ambiente familiar, las Ofrendas Móviles continuaron marchando. El subsegmento México Lindo y Querido rindió homenaje a los caricaturistas mexicanos José Guadalupe Posada y Eduardo del Río Rius. Con un carro sonorizado, las adelitas pintadas de calaveritas, las catrinas y los catrines desfilaron por las calles al ritmo de la música, lo mismo que el autobús dedicado a la figura de Rius, en el que se podían reconocer a personajes emblemáticos de sus historietas, como Los Agachados, seguido por una caravana de pachucos, quinceañeras y luchadores, como símbolo de una ciudad incluyente.
La verbena popular continuó con el Carnaval de Calaveras, integrado por los subsegmentos Pa’l Carnaval, Carnaval de Enamorados, Puro Vacilón con la Familia Burrón, Carnaval de Catrinas y Catrines y El Gran Fandango de Calaveras, que abordó la jocosidad popular de esta tradición. Durante el desfile de ofrendas, la Muerte lució múltiples y llamativos colores: vestida de gala, para bailar salsa, cumbia y son, paso a pasito desde la Estela de Luz se dirigió hasta el corazón de la Gran Tenochtitlan, para que los mexicanos no olviden que bailando y sonriendo se llega al panteón. Sin cesar, calaveras rumberas, de azúcar y de chocolate, además de diablitos salseros, catrinas enamoradas y jocosos cupidos tomaron las calles bailando sin parar, seguidos de miles de miradas infantiles y adultas que no ocultaban su alegría. La fiesta siguió con La Familia Burrón y sus emblemáticos personajes: “Doña Borola”, “Macuca”, “Don Regino”, “Fósforo” y “Wilson”, quienes llegaron al gran carnaval seguidos por trajineras de Xochimilco, personajes de arraigo popular como María Félix, Juan Gabriel, Frida Kahlo, Diego Rivera, Mario Moreno Cantiflas y El Santo. También desfilaron enormes globos con forma de calavera y cráneos intervenidos artísticamente. A la retaguardia, un carro alegórico condujo a más de una decena de mariachis calaveras, quienes igual le cantaron a la vida que a la muerte durante el trayecto que desembocó alrededor de las 19:00 horas en la Plaza de la Constitución, donde está instalada la Ofrenda Monumental, una amalgama de altares y tapices bajo una celosía de papel picado. El kilómetro de Ofrendas Móviles estuvo integrado por siete carros alegóricos, diez carros, 11 marionetas monumentales, cuatro mojigangas, 100 artistas y más de 2 mil voluntarios, que se unieron a la celebración.
Para saber más:
La Celebración de Muertos 2017, que se llevará a cabo del 28 de octubre al 4 de noviembre, tiene cuatro actividades centrales: Ofrendas Móviles, Ofrenda Monumental, Foro Artístico y Paseo Nocturno en Bicicleta— resultado de una suma de voluntades de los gobiernos de la Ciudad de México y Federal, así como de las Delegaciones, los museos, universidades e instituciones públicas y privadas. Todas las actividades de la Celebración de Muertos 2017 están disponibles en data.cultura.cdmx.gob.mx/celebraciondemuertos. Sígala en redes sociales (Twitter y Facebook) con el hashtag #CelebraciónDeMuertos.