Las voces indígenas encuentran su cauce igual que el río tempestuoso que busca la brecha para continuar su camino, así como los sonidos de nuestros pueblos indígenas transforman las ideas en palabras y las palabras en melodías y canciones. El arte de la composición indígena musical se siente con el corazón y expresa la cultura de cada uno de los pueblos.
En la época prehispánica, los indígenas carecían de instrumentos de cuerda, su música estaba basada en percusiones e instrumentos de viento, como las cornetas de barro, flautas de carrizo, caparazón de tortuga y tambores. Sin embargo, existen muy pocas referencias históricas y arqueológicas que permitan ubicar el tipo de música que tocaban los indígenas antes de la llegada de los españoles. El conocimiento de la música indígena tradicional solo es posible a través de la tradición oral, y es el elemento que contribuye a realizar la tarea de persistencia de los rasgos culturales que hoy se conservan.
Las bandas actuales
Con la finalidad de abrir espacios para difundir la música como una manifestación de sus lenguas y sus culturas, hoy en día han surgido grupos cuyas propuestas musicales fusionan algunos aspectos tradicionales con ritmos, instrumentos y tecnología contemporánea.
Las ambiciones de difundir el canto en lengua indígena han traspasado fronteras y Lila Downs y Susana Harp son algunas de las máximas cantautoras en esta modalidad, sobre todo de los idiomas que se hablan en su natal Oaxaca.
También se ha dado la inquietud entre los intérpretes originarios de reproducir en su lengua materna versiones originales de grupos de fama mundial como los Beatles; el mejor ejemplo es “Yesterday”, en zapoteco (“Neegue Pé”) traducido por el poeta Omar Luis e interpretado por Hebert Salgado.
Lumaltok, cuyo vocablo en lengua tsotsil significa «neblina», surgió en 2005, en la ciudad de Zinacantán, Chiapas. Con su música y sus letras pretende ser un vehículo que dé a conocer la cultura y lengua tsotsil. Su propuesta musical combina rock y blues con instrumentos tradicionales como el tambor y la flauta, y sus temáticas abordan aspectos sociales como la discriminación.
Hamac Casiim es un grupo seri, cuyo nombre significa Fuego Divino. Fue creado en 1997, en Punta Chueca, Sonora, con una propuesta que incluye desde el uso de la batería acústica, hasta ritmos como el heavy metal y punk, con frases que se repiten como mantras seris.
Sak Tzevul, que significa “relámpago” en tsotsil, es un grupo que se dedica a componer canciones en esta lengua. Según sus palabras, el grupo representa dos cosmovisiones, por el hecho de que son la carga del pasado con la mira hacia el futuro. Aunque causó polémica en un principio porque se consideraba que no iba de acuerdo con la tradición y las costumbres zinacantecas, actualmente es motivo de orgullo para muchos habitantes de su pueblo.