El museo del chocolate, ubicado en la colonia Juárez, abrió sus puertas el pasado 30 de septiembre a la noche de museos de la Ciudad de México. El museo recibió con un concierto de acordeón a sus visitantes. Las melodías, como si nos halláramos en un antiguo salón del siglo XIX, se comenzaron a escuchar, entre ellas estuvo el vals del oaxaqueño Macedinio Alcalá, Dios nunca muere. El preámbulo permitió que situados en la época del porfiriato, los visitantes asistiéramos a las salas principales del museo y a la exposición temporal “El chocolate en el porfiriato”.
El museo ofrece la historia de este producto proveniente del cacao y muestra cómo, dada la idiosincrasia de este país, el chocolate se ha transformado significativamente. De haber formado parte de los rituales prehispánicos, tales como las bodas, se convirtió en una forma refinada de convivir en el siglo XIX. La exposición temporal establece un vínculo entre un producto y la tradición francesa que acogió México durante el gobierno de Porfirio Díaz. Sin duda, la costumbre de saborear un chocolate amargo en las calles del centro fue una tradición que se acostumbraba desde hace dos siglos.
La atmósfera del museo, sin duda, te prepara para que el único pensamiento sea el de saborear un pedazo de chocolate. La guía, profesional de la historia de México, recomienda que el chocolate al 85% es el ideal si eres nuevo en lo sabores fuertes. La exposición temporal estará hasta el mes de noviembre, no pierdas la oportunidad de conocer esta casa de 1909 y de experimentar el olor a chocolate desde el inicio de tu recorrido, hasta el final.