San Pancho Villa
Si Cuba tuvo su Ché Guevara, Estados Unidos su Malcolm X, Inglaterra su Robin Hood, México tenía que sobrepasarlos y se dio el lujo de tener, al mimso tiempo, dos héroes mítico-mágicos, una mezcla de bandidos y galanes de cine, ilógicos y valientes, temerarios y sentimentales, perfectamente imperfectos: Emiliano Zapata y Francisco Villa. Dejaré descansar por este momento al héroe morelense, mucho más serio, parco y terco, para centrarme en el hombre de Durango quien es, como pocos, un arquetipo nacional.