¿Qué nos deja el arte?
El abanico es impresionante, infinitamente más diverso que los rostros de la muerte. Ahí están los mensajes eternos en la pintura de las culturas prehispánicas y que se hizo multicolor gracias a Rivera, Kahlo o Tamayo; en la música que se escucha en las chirimías y marimbas y nos entrega el nacionalismo intenso de Moncayo; en las construcciones heredadas de mayas, aztecas y europeos y que dieron nuevos cauces a la luz y al diseño gracias a Luis Barragán; en las letras que Paz y Rulfo acuñaron para el mundo… más las aportaciones de referentes actuales como los pinceles de Toledo y Coronel, las partituras de Daniel Catán y los nuevos lenguajes de Carmen Boullosa, Alberto Ruy Sánchez, Jorge Volpi o Ignacio Padilla.