Ya’yejal pan mut
Relato tzotzil Agustín Díaz Oy jkot mut, pan mut sbi. A ti pan mute mu’yuk…
Relato tzotzil Agustín Díaz Oy jkot mut, pan mut sbi. A ti pan mute mu’yuk…
Entre el gremio de los artistas, la figura de Sebastián siempre ha sido polémica. Se le critica y argumenta, en cuanto a su obra, su manera de relacionarse, su organización y hasta su cualidad de saber estar en el momento preciso en la escena del arte. Sin embargo, poco se habla de su lenguaje escultórico y de su propuesta artística. Las piezas adquieren presencia en el entorno nacional y pocos señalan los valores artísticos y estéticos presentes en su basta producción.
Mentiras blancas (White Lies/Tuakiri Huna book, 2013) representa el inesperado regreso a la dirección cinematográfica…
Tepoztlán, “lugar del hacha de cobre” en náhuatl, hace honor al dios Ometochtli Tepoztecatl, dios del pulque y la fertilidad, escultor de montañas y, desde cinco siglos a.C., ha sido un refugio para diversas culturas: desde los toltecas-chichimecas hasta los aztecas, desde los dominicos hasta los zapatistas, y actualmente se ha convertido en un pueblo cosmopolita donde conviven los habitantes originales con personas de todo el mundo (y hasta “seres del más allá”) que han llegado en busca de inspiración o un rincón tranquilo, un lugar de descanso o una zona para mirar indefinidamente al cielo en espera de un encuentro intergaláctico, para hacer investigaciones o documentales, para escribir un libro o una película, para disfrutar este nicho del paraíso o simplemente para sentir su energía positiva, creativa y mágica.
Intensidad y pasión. Con esas dos palabras bien puede describirse la manera en que vivió…
Traductor: Vicente Zárate Baltazar Ha tunda kahaman s’ennu. Buen amanecer. Tuunda n’exéí kui nistjin xu’bi.…
En febrero de 2009, publicamos en la revista impresa “La conquista de México en un kayak”. Abraham Levy había logrado una gran hazaña: recorrer toda la costa mexicana en un kayak, es decir navegar 11,112 kilómetros en una pequeña embarcación, impulsado únicamente por su propia fuerza y cargando apenas lo indispensable para la supervivencia.
Podemos sentirnos cansados ante tanto desatino, ante tanto conflicto político-periodístico-social, ante nuestra suerte lamentable, ante las injusticias, la impunidad y el desorden, y rasgarnos las vestiduras por un país descolorido que parece irse al despeñadero. Quejarnos se vale.