La muerte
Miquiztli (la muerte) es tan valiosa y tan necesaria como Yoliztli (la vida), si solo existiera el día con su luz y su calor, nuestro mundo se sobrecalentaría, todo se secaría y se acabaría la vida, se necesita la noche, con ella, la oscuridad y el frío.
Si solo hubiera actividad y movimiento, si trabajáramos sin descansar ni dormir, se nos acabarían las fuerzas y las energías para seguir trabajando.