Hombres de maíz
Si somos lo que comemos, definitivamente los mexicanos somos hombres de maíz. Basta leer el menú de un restaurante de lujo o de una humilde fondita, caminar por las principales plazas de nuestro país, asomarnos por las ventanas de las cocinas o dejarnos seducir por los relatos míticos, en donde se cuenta que los primeros hombres fueron hechos de maíz, la insignia de nuestra estirpe.