Los payasos
Aparecen donde menos lo esperas, en un crucero de avenidas, en un parque, en las fiestas infantiles, hasta en las corridas de toros, y se adueñan del espectáculo y la atención del público recordándonos que, en el fondo, todos somos niños. Desinhibidos amos de la ternura, hacen del pastelazo una delicia y de la extravagancia un arte, con sus zapatos enormes y la cara embalsamada de colores, mientras revuelven las palabras para gobernar con desparpajo a su audiencia y mostrarnos que la risa es no solo una catarsis sino un gran puente para encontrar amigos.