El carnaval de Tlaxcala comenzó en la época colonial como una forma de imitación de los terratenientes españoles.
Antes de Semana Santa, en febrero se organiza un colorido evento. Es el carnaval de Tlaxcala, estado ubicado aproximadamente a dos horas de la Ciudad de México.
La plaza principal de la ciudad de Tlaxcala reúne a miles de asistentes, mientras se realiza un desfile conformado por más de 60 grupos de danzantes (huehues) que exhiben la cultura distintiva de su región. El desfile, cuya fecha varía según las fechas cristianas, abre la temporada festiva que dura aproximadamente dos fines de semana.
El carnaval surgió en la época colonial como respuesta a la opresión generada por los colonizadores, quienes fueron imitados por los nativos a través de máscaras que reflejan cosas españolas como rasgos, trajes y danzas, elementos modificados con finalidad burlesca. A pesar de la Independencia de México de España, la celebración continuó.
Sin embargo, algo preponderante es que lo precolombino también está presente en este carnaval, a través de los tocados de plumas, así como elementos bordados en vestimentas como guerreros, animales regionales y figuras tradicionales (pirámides, el calendario azteca), entre otros. Todo muestra sincretismo cultural.
“Siempre he dicho que ver un huehue (bailarín) es ver Tlaxcala de pies a cabeza, a través de los textiles, las máscaras, los penachos de colores, la música; es decir, todas las tradiciones de las que provienen muchas familias. El carnaval es un motivo para conocer Tlaxcala”; expresó en conferencia de prensa la Secretaria de Turismo de Tlaxcala, Josefina Rodríguez.
La organización de esto es un aliciente para las familias que participan, ya que confeccionan el vestuario y practican las coreografías con mucha antelación (incluso un año), pero lo hacen con placer, ya que la mayoría reconoce que sus raíces son motivo de orgullo. Preservar la tradición fomenta la creación de grupos de bailarines (llamados camadas).
Carlos Alberto Santacruz Varela, uno de los participantes, explicó que su grupo nació en 1986: “La iniciativa de esta camada llamada auténtica Tepetlapa surgió por el Maestro Santacruz. El carnaval se expresa en colores, incluso en la gastronomía. En mi opinión, es emocionante vestir un disfraz como estos y bailar, porque eso demuestra de dónde venimos”.
«Nunca he estado en un carnaval, así que esto es una sorpresa. No sé mucho sobre esta celebración, pero la gente se ve feliz y el desfile es colorido», dijo George D., un visitante canadiense.
Durante la celebración es posible presenciar la fuerza de las tradiciones mexicanas y cómo una forma de denuncia social trae alegría hoy.