Pedro López Hernández
La inauguración del Campeonato Mundial de Voleibol de Playa 2023 en Tlaxcala, fue mágica. A partir de las 19:00 horas, la cuenta regresiva inició y luces moradas y rosas hacían las veces de entretenimiento, lo mismo que un breve show de pirotecnia que iluminaba el cielo gris.
La música daba alegría a los congregados en el Estadio Tlahuicole, ubicado en la capital tlaxcalteca. Las porras de un palco competían fuertemente con las canciones, pues se distinguía que decían “¡Arriba México!” o “¡A la bio, a la bao!”. Estos gritos sirvieron como rayos de Sol en medio de la noche, al punto de que ya no importaba sentir la brisa fresca, que más tarde se tornó en gotas tímidas las cuales tomaron confianza, hasta caer como pequeñas cascadas que empaparon a todos los participantes.
El aire mezclado con humo espeso del espectáculo y de los fuegos artificiales, aunado al aroma a bebidas, sirvieron como entremeses. Finalmente, la cuenta llegó a su fin y todo el mundo tomó asiento. De repente, una figura que representaba al volcán Matlalcueyetl (Malinche), se iluminó de arriba hacia abajo y emanó de su cráter un chorro de fuego que también llenó de sorpresa al auditorio.
Después de ello, se realizó la presentación de los órganos gubernamentales que participaban, tales como la Secretaría de Marina y la correspondiente a Defensa. Se le pidió al público honrar a la Bandera Nacional, mientras los militares tocaban instrumentos y el coro otomí conformado por chicos entonó el Himno Nacional, que acompañaba a muchos soldados, quienes llevaban consigo la Bandera mexicana, la cual fue desenrollada rápidamente. El Himno Nacional impactó de tal modo, que ya nadie recordaba nada más que su orgullo por ser mexicano y por qué nuestra tierra es tan bondadosa. Sentimientos patriotas llegaron hasta el corazón. No importaban las diferencias ni condiciones o ideologías, todos se percataron de que la nacionalidad mexicana es un orgullo y un don dado por Dios.
Una vez que esta presentación terminó, continuó el desfile de los países participantes y todos ellos fueron recibidos con calidez, al punto de que los competidores no se sintieron extraños, sino acogidos por un pueblo caluroso. Botargas de marionetas se movían con gracia y acompañaban a los deportistas, mientras miraban con agrado las muestras de cariño del público. Sin embargo, cuando la selección mexicana fue anunciada, de izquierda a derecha aplausos, silbidos y miles de espíritus saltaron. ¡México, México!
Se les concedió la voz a autoridades como la Gobernadora Lorena Cuéllar, quien expresó que el evento serviría para que el mundo contemplara la cultura mexicana y por supuesto, la tlaxcalteca. Del mismo modo, dijo que con esto, Tlaxcala abría sus brazos para acoger a los participantes y visitantes, tanto nacionales como a los de los cinco continentes del mundo. A su vez, el Presidente de la Federación Internacional de Voleibol, mencionó que esta edición representa la primera fuera de Europa después de 20 años y además, Tlaxcala era la ciudad pionera en México en organizar estos encuentros. La Directora Ana Gabriela Guevara por su parte, reconoció el trabajo de todos para hacer posible esto.
Justamente, la alegría de muestras como danzas tradicionales que representaban el apareamiento y la viveza de las luciérnagas, la representación de ‘La noche que nadie duerme’ y los bailes del carnaval tlaxcalteca con huehues que no eran amedrentados por el mal tiempo, enseñaron que la sangre latina y mexicana se componen de gusto por la fiesta, la valoración de las tradiciones y el calor que provocan los colores en nuestro ser.
Más música y un show de pirotecnia que iluminaba a las calles aledañas y a los comercios vecinos, terminaron con aquella fiesta alrededor de las 21:00 horas, aunque curiosamente esto apenas es el comienzo de un evento histórico.