Pedro López Hernández
El Cairo vivió dos días llenos de emoción en febrero del presente año, debido al Festival Internacional en Elsawy Culture Wheel, el cual culminó con buenos resultados, pues se presentaron países de todo el mundo para exponer su belleza y sus cualidades, lo cual brindó encanto al entorno arabesco.
La manager Mai Hashim y el staff ayudaron a contactar al fundador del recinto y arquitecto Mohamed El-Sawy, quien explicó amablemente la historia de este evento y cómo se ha convertido en algo significativo para Egipto, a semejanza de las pirámides de Guiza:
“Llevamos organizándolo y albergándolo desde hace veinte años. Realmente creemos en el poder de cooperar con unidades o centros culturales agregados, o representantes de todo tipo, porque el valor de las diferencias es algo que apreciamos, además este es uno de los pocos lugares que ven con claridad la importancia de tener disimilitudes entre sociedades, civilizaciones, incluso entre naciones. Poseer peculiaridades tiene ventajas y desventajas, no obstante, se puede disfrutar del evento o exhibición una vez al año durante dos días. Nos sentimos privilegiados de albergar la exposición, la cual es una súper oportunidad para la audiencia y para los visitantes de conocer lo representativo de diferentes territorios, como las artes”.
México fue uno de los países que exhibieron con orgullo su imaginario, inclusive su presencia cautivó al público egipcio, pues aunque no realizó presentaciones en vivo como antes, el stand y el despliegue de diversos destinos turísticos fueron un imán para que los visitantes se adentraran al mundo mexicano y disfrutaran de lo que este ofrece:
“Creo que la participación de México fue un éxito, debido a la belleza de las películas y muestras, pero aún creemos que las presentaciones en vivo son importantes, porque cuando se efectúan, todo es muy, muy impresionante, como Argentina o Brasil (capoeira, samba, artes marciales). Para la audiencia siempre es más interesante ver actuaciones así. Entonces, esto es lo que extrañamos durante la presente edición, pero después de la pandemia y del conflicto entre Rusia y Ucrania, cuando todo esto termine y el mundo vuelva a su estado normal, esperamos que más países vengan con funciones sorprendentes. Uno de ellos sería México”; señaló el fundador Mohamed El-Sawy.
Sin embargo, la presencia de la República Mexicana como expositor no es nueva, pues desde hace aproximadamente doce o quince años, ya ha intervenido en el recinto y además se ha convertido en una de las naciones consentidas, en el sentido de que atrae, ya sea por la magia de sus telas como los sarapes, los sombreros, las artesanías o por todo el abanico de elementos que ofrece.
De acuerdo con el arquitecto El-Sawy, quien ha visitado la Ciudad de México, en Egipto agrada la comida mexicana, ya que el país africano tiene gusto por condimentos semejantes y además, algo que resulta sorprendente es la cantidad de celebraciones con las que cuenta la región latinoamericana: “México es uno de los pilares de nuestra exposición, porque admiramos mucho el arte o la historia de su país, el colorido gusto que tienen, incluso la capacidad de los mexicanos de sumar culturas y artes a lo suyo.
Las similitudes entre estos dos territorios juegan un papel importante para la aceptación, identificación, o la inmersión de elementos ajenos a las expresiones propias. Mohamed El-Sawy recalcó que, por ejemplo, una de las estrellas de filmes egipcios, Fouad el-Mohandes, actuó en una cinta cómica que tuvo buena recepción (Viva Zalata), la cual se desarrolla en un entorno mexicano; además el fundador del recinto mencionó la cuestión tocante a las antiguas construcciones de ambas regiones:
“Entonces, México y la historia de las pirámides también es algo sobre lo que todas las personas bromean de vez en cuando. Aunque surge la pregunta de quiénes hicieron las edificaciones, si existe alguna relación con los egipcios o es solo una coincidencia. Pero la verdad aún no está confrontada por ninguna autoridad o especialista en Historia”.
Retomando el festival, pese a la corta duración de este, su fascinación es tal que nos muestra la forma en que la tierra de los faraones influye en otras partes y al mismo tiempo, las manifestaciones artísticas mexicanas dejan una chispa inexplicable, la cual permite a todos reafirmar, encontrar o sentir un amor especial hacia la patria del taco.
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