La Jornada 3 de la Liga MX trae consigo un clásico chilango, con dos de los equipos más populares del país: los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México enfrentan a las Águilas del América. En esta ocasión, queremos aprovechar que las mascotas de los dos equipos son animales representativos de nuestro país, por eso en lugar de poner a las ciudades frente a frente, vamos a hablar de los animales que son los símbolos de las escuadras. ¿Cómo la ven? ¿Prefieren garras y zarpazos, o alas y picotazos?
El puma
Es uno de los dos felinos más grandes de América (el continente, no el equipo), junto con el jaguar, y miembro de la exclusiva lista de siete grandes gatos del mundo. Con su primo, el jaguar, comparte las manchas, por lo menos en los primeros meses de vida, pues las pierda cuando crece. Puede pesar hasta 105 kilos, dependiendo de la zona en la que viva. Mientras más frío el clima, más grande es el puma. Por ello los pumas que se encuentran en los puntos más alejados del Ecuador son los que de mayor tamaño.
Los felinos se dividen en dos tipos: los que rugen y los que ronronean. El puma pertenece al segundo grupo, algo que puede sonar más adorable que intimidante, pero que no les quita fuerza. Pueden saltar hasta 5 metros de altura y de 6 a 12 de longitud. Sus presas favoritas son los venados, conejos, liebre, guajolotes y ardillas, por nombrar algunos, pero también es común que ataquen a animales amaestrados por el hombre, como cabras y borregos, incluso perros y gatos.
Son parientes más cercanos del chita, que también es felino de los que ronronea, que del león o el tigre. Además es uno de los animales que habitan a lo largo de prácticamente todo el continente americano, desde Canadá hasta Argentina. En México tiene distintos nombres, los aztecas le llamaron miztli, los mayas koh, los mapuches pangui y los guaranis yagua pyta. La palabra puma nos llega de Sudamérica, de los quechuas.
A pesar de eso, es un animal muy perseguido por el hombre, por lo mismo que ataca ganado y mascotas, y a algún humano de vez en cuando. Se calcula que entre 5 y 6 personas son atacadas anualmente por pumas en Estados Unidos y Canadá, una de las cuales muere por las heridas. Sin embargo, los daños que el puma hace a las personas son nada comparados con los que el hombre hace al puma. Nosotros seguimos siendo la principal amenaza a la que se enfrenta el puma. En México no se sabe mucho sobre el número de pumas que hay, pero no se considera una especie en peligro. Por lo menos fuera de la cancha.
Información obtenida del artículo “Pumas. El ronroneo de la pasión” del Dr. Carlos Galindo Leal, apareció en el número 31 de Mexicanísimo.
El águila
En términos de animales con fama nacional, no hay ninguno más popular que el águila real, la mascota oficial del Club América. Están en la bandera, en los billetes y en las monedas que los mexicanos vemos todos los días de nuestras vidas. Básicamente es nuestra mascota nacional, pues fue un águila real comiendo una serpiente sobre un nopal la que llevó a que los aztecas fundaran Tenochtitlan en el lugar que más tarde se convertiría en la Ciudad de México.
Sin embargo, hay sospechas de que lo que vieron nuestros ancestros no fue un águila real, pues esta especia habita más al norte de la cuenca de México. Pudo haber sido un halcón caracara, que come serpientes, o un gavilán pajarero, por nombrar algunas especies que viven en el territorio e incluyen las serpientes en su dieta.
El águila real tiene plumaje café oscuro que se va aclarando mientras más se acerca a la cabeza. Pesan entre 2.5 y 6 kilogramos, y llega a medir hasta 2.3 metros de envergadura. El macho es más pequeño que la hembra en el caso de esta especie. Cazan desde el aire, lanzándose en picada sobre sus presas a una velocidad de hasta 240 km/h, a la que atrapan con sus garras filosas. Como su hábitat es árido, las presas que caza incluyen ratones, conejos, zorros, serpientes y hasta venados pequeños, por nombrar algunos.
Un dato interesante es que el águila real es una especie que tiene solo una pareja durante toda su vida, es decir que son monógamas. Y, desafortunadamente, se encuentran en riesgo de extinguirse en nuestro país, pues muchas de ellas mueren electrocutadas, envenenadas, son casadas ilegalmente, su hábitat es destruido o los seres humanos las atrapan para venderlas. Así que nuestro símbolo nacional, y la mascota del equipo de futbol más amado por sus fans y odiado por todos los demás, está en un estado de amenaza por nuestras actividades.
Información obtenida del artículo “¿Águila o sol?” del Dr. Carlos Galindo Leal, apareció en el número 24 de Mexicanísimo.
¿Quién gana? ¿El felino montañoso o la reina de los cielos mexicanos? ¿Cuál les gusta más? Sea cual sea, son especies que debemos cuidar y proteger, pues son grandes exponentes de la riqueza natural que hay en México y que está amenazada por nuestras actitudes irresponsables.