Nuestro país es uno de los destinos turísticos más populares en el mundo, accesible para todo presupuesto, lo que incluye a los turistas que tengan cuentas bancarias que les permitan pagar decenas de miles de pesos por la noche de hotel. Les dejamos una lista de ocho hoteles de lujo en México.
Belmond Maroma Resort & Spa
Tal vez no hay playas más hermosas en México que en la Riviera Maya, aunque es difícil asegurarlo, porque playas bonitas nos sobran. Pero de lo que sí estamos convencidos es que la ubicación del Belmond Maroma es ideal. El hotel está construido sobre un tramo de fina arena blanca que parece harina y su arquitectura combina perfectamente con el azul del mar caribeño y el verde de los árboles que lo rodean. Cuenta con 30 habitaciones y 33 suites de lujo, 2 restaurantes y 2 bares, así como el spa Kinan, 3 albercas, canchas de tenis, gimnasio y un centro de deportes acuáticos. Un lugar ideal para relajarse sin que te falte nada.
Banyan Tree Mayakoba
A solo 15 minutos de Playa del Carmen (y muy cerca del Belmond), se encuentra este hotel ganador de tres premios por su desarrollo sustentable. El Banyan Tree cuenta con 132 villas espaciosas con alberca particular. Los edificios incorporan diseños asiáticos, así como sus restaurantes y spa cuentan con comida y tratamientos de belleza de países orientales. Cuenta también con un campo de golf que es la única sede del torneo de golf de la PGA en México.
Rosewood San Miguel de Allende
No todos los grandes hoteles mexicanos se encuentran en playas. Uno de los más reconocidos por su lujo es el Rosewood, ubicado en pleno centro de San Miguel de Allende, con su arquitectura colonial que no desentona con lo pintoresco de la ciudad guanajuatense. Tiene 67 habitaciones, entre suites de distintos tamaños, y tres restaurantes exquisitos para disfrutar la estancia en uno de los pueblos mágicos más bonitos que hay en México.
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Four Seasons Punta Mita
Volvemos a la costa, pero esta vez a la del Océano Pacífico, con la cadena de hoteles de lujo más popular en el mundo: el Four Seasons, y su local en Punta Mita, Nayarit. Fue inaugurado en 1999 y a pesar de que comparte la península con otros hoteles de súper lujo como el St. Regis y la Casa Aramara (una villa exclusiva que puede rentarse para pasar las vacaciones), el Four Seasons nunca ha perdido su atractivo entre los turistas más adinerados.
Nizuc
Considerado uno de los diez mejores hoteles en el país por revistas como Condé Nast Traveler y Travel + Leisure, el Nizuc está perfectamente ubicado en el extremo sur de Cancún, de ahí viene su nombre, pues en tiempos prehispánicos y coloniales así se le llamaba a la zona. Los interesados pueden alojarse en alguna de las 274 suites de lujo o villas disponibles en las 12 hectáreas de terreno, que cuentan con albercas privadas. Tiene, además, seis restaurantes distintos, con opciones de comida mexicana, mediterránea, indochina y peruana.
The Resort at Pedregal
Y a todo esto, no habíamos llegado a uno de los destinos turísticos más populares en México: Los Cabos, Baja California. Es una de las capitales de hoteles lujosos en nuestro país y uno de los más lujosos que hay es el llamado The Resort at Pedregal. Se encuentra ubicado en la ladera de un acantilado, junto al mar. En 2017 fue reconocido como el mejor hotel en México por la revista Travel + Leisure y como el 28 del mundo. Se distingue por la calidad de su servicio, que es personalizado para cada huésped, la comodidad de las villas y por lo hermoso de su entorno.
W Mexico City
Ahora, si lo que se quiere es viajar a la capital mexicana, hay pocas opciones que se comparen al hotel W de la Ciudad de México. Con una ubicación incomparable, en la Colonia de Polanco, sobre Paseo de la Reforma, facilita a los huéspedes poder visitar algunos de los destinos turísticos más famosos de la ciudad, como el Museo Nacional de Antropología y el Castillo de Chapultepec. Tiene 237 habitaciones y suites, se aceptan mascotas y su diseño es moderno y atractivo.
One & Only Palmilla
A poco más de media hora en coche de Cabo San Lucas, el hotel One & Only Palmilla ofrece algo casi único en la zona: una playa en la que se puede nadar. Su historia se remonta a 1956, cuando el hijo del presidente Abelardo Rodríguez decidió aprovechar el terreno para poner un hotel exclusivo de 15 habitaciones, pero con los años fue expandiéndose hasta convertirse en el resort que es hoy en día. Famosos como John Waye, Bing Crosby y el presidente estadounidense Dwight Eisenhower se han hospedado en sus instalaciones.