Estamos tan concentrados en la contienda electoral y en los nombres de los candidatos, que con frecuencia olvidamos al país, objetivo real de todo proceso democrático.
Antes de saber quiénes aparecerán en la boleta, hombres y mujeres, nos toca establecer fundamentos básicos sobre lo que exigiremos a la persona electa que asuma el poder como estadista nacional y centre su atención en asuntos fundamentales para México. Habrá que hacer la tarea y establecer –nosotros, los ciudadanos– el rostro que deseamos para México.
Aquí van 10 propuestas de Mexicanísimo:
1. Educación
Nada se logrará con los niveles que se tienen. Si no partimos de aquí, muy poco se logrará en el futuro. Tres consideraciones esenciales: profesionalizar al magisterio (e incrementar sus salarios); fortalecer las escuelas de tiempo completo (ampliando los horarios escolares) para atender áreas fundamentales como arte y deportes; trabajar en una seria campaña para revalorar a los maestros, a quienes hemos devaluado a niveles inaceptables.
2. Justicia
El concepto más mencionado en las calles. Un gobierno que no cumple con su principal obligación, que es mantener y aplicar la justicia, nunca será un buen gobierno. No basta con campañas contra la corrupción, urge la aplicación de la ley y un serio combate a la impunidad, una de nuestras mayores lacras. No solo se trata de detener a los culpables, sino romper conceptos extendidos en el gobierno, de que “la corrupción es algo cultural”.
3. Entorno
Invertir en tecnología que reduzca consumo de contaminantes y crear un plan nacional para no depender de petróleo y carbón. Para allá va el mundo, mientras nosotros seguimos haciendo agujeros en el subsuelo.
4. Agua
Uno de los mayores riesgos para nuestra estabilidad. Cobrar el uso y el abuso del líquido y desarrollar programas para recuperar nuestros ríos principales más afectados en, al menos, cuatro cuencas: Lerma/Santiago/Chapala; Atoyac/Balsas; Bacanuchi/Sonora; y Pánuco.
5. Ciencia y tecnología
Fortalecer los programas de captación de estudiantes en estas áreas, aumentando la inversión científica y dando al Conacyt un sitio preponderante, que ha venido perdiendo.
6. Gobierno
Considerar nuevas estructuras (como ya se está haciendo en Francia) para ir más allá de fronteras históricas estatales e integrar a los gobiernos bajo esquemas distintos, acordes a las nuevas realidades, para evitar centros humanos divididos entre tres o cuatro estados.
7. Representatividad
No podemos seguir insistiendo en esquemas de representación onerosos y lejanos a la sociedad. Reducción de legisladores puede no ser la gran medida, pero muestra, al menos, que nuestros representantes escuchan las demandas del país.
8. Civismo
Es importantísimo fortalecer la cultura cívica, para que las comunidades puedan recuperar el gusto por vivir en sus pueblos y ciudades. Fortalecer la imagen de servidores públicos, dar más espacio a la participación ciudadana y reconocer (no solo acusar) los comportamientos que nos engrandecen.
9. Administración urbana
Separar las actividades de administración de las actividades de gobierno, para que servicios fundamentales sean manejados con principios técnicos y no políticos. Su administración no puede ser rehén de estrategias políticas. Colocar a la gente idónea en estas funciones es un asunto de conocimientos, y no de pertenencia política.
10. Concentrar al gobierno
Hay mucho qué hacer en los aspectos sociales y políticos, el gobierno debe concentrarse en eso y abrir espacios a los ciudadanos para producir libros o generar energía, separándose de funciones que no le corresponden, como dar créditos, construir caminos o hasta organizar juegos de apuestas.
Por supuesto que hay muchos más. ¿Cuáles propones tú? Participa con tu comunidad, para exigir que los servidores públicos sean realmente eso, servidores, y que el país pueda tener un rostro más humano, más cercano, más mexicanísimo.