Qué difícil intentar pensar en volcanes sin imaginarlos en medio de una isla y, por supuesto, en plena erupción, destruyendo poblaciones y ecosistemas. Es claro que los volcanes activos no están todo el tiempo brotando lava, pero entonces ¿qué hace un volcán cuando no está siendo el villano de la película?
A continuación algunos datos sobre estas fascinantes montañas que humean.
- El magma es la manifestación más conocida de la masa ígnea en fusión que existe en el interior de la Tierra. Cuando escurre hacia el exterior se le llama lava.
- La temperatura de la lava es de más de 1,200 grados centígrados, es decir, casi el punto de fundición de algunos metales, pero como ocurre lentamente su peligrosidad es menor porque al escurrir se enfría hasta convertirse en roca.
- El mayor peligro de una erupción son las avalanchas de lodo que se forman al derretirse el hielo que se encuentra en la cumbre y se mezcla con la tierra.
- El 80 por ciento del vulcanismo tiene lugar en las grandes fisuras verticales de la corteza terrestre. Casi todos los volcanes cónicos o cilíndricos suelen tener una sola chimenea, pero la expulsión del material volcánico ocurre por chimeneas secundarias que llegan a abrirse en las laderas.
- El Cuexcomate es el volcán más pequeño del mundo y se encuentra en Puebla. Chisme: se cree que nació de la última erupción del Popocatépetl.
- El más alto de los volcanes mexicanos es el Pico de Orizaba o Citlaltéptl, acompañado por la Sierra Negra y el Atlitzin.
- El Volcán de Colima es el más activo del país lo comparten los estados de Jalisco y Colima.
- Entre Guatemala y México se encuentra el Tacaná o Volcán Soconusco, que es el décimo pico más alto del país, con 4 mil 92 metros sobre el nivel del mar.
- ¿Vives en CDMX? Entonces tienes como vecinos a dos volcanes al sur de la ciudad que sirven de límite geográfico de las delegaciones Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco. Uno de ellos es el Teuhtli o Teuctzin y el otro es el Xitle, que está a las faldas del Ajusco.
- El Paricutín, en Michoacán, tiene una historia que parece cuento: en el pueblo de San Juan Parangaricutiro, fundado en el siglo XV por el rey purépecha Caltzontzin, un campesino vio que brotaba de la tierra una especie de chichón que creció hasta alcanzar una altura de dos metros. Cuando se rompió esa protuberancia, salieron cenizas por una fisura en la tierra y comenzó a formarse el volcán. Al pasar un año ya medía 332 metros. En 1943 acabó con el pueblo, la lava llegó a abarcar un área de 25 kilómetros cuadrados.
- Volcanes apagados en México: el Cofre de Perote, al oeste de la sierra de Puebla; y la Malinche o Matlacuéyatl, entre Puebla y Tlaxcala.