El Juez de Tenochtitlan son impresiones a partir de una mirada sobre lo mexicano en relación a la justicia, vista desde lo social, hasta lo divino. La obra se basa en un caso real acontecido a finales del mes de febrero de 2007: Una indígena nahua de 73 años de edad fue violada y asesinada tumultuariamente por soldados del ejercito mexicano en la sierra de Zongolica Veracruz. Debido a la inconsistencia de las pruebas, el caso llegó hasta las más altas autoridades del Gobierno de México que se debatían entre dos hipótesis del resultado de la investigación, por un lado se afirmó que la causa de muerte se debió al abuso sexual y, por otro, que simplemente había sido por motivos naturales. Felipe Calderón, el presidente de la Republica de aquel entonces, defendió la versión oficial asegurando en una entrevista que la anciana indígena había muerto victima de una aguda gastritis. El caso quedó cerrado el 1 de mayo de 2007.
Este hecho inspiró la creación de esta obra, más allá de la verdad jurídica o histórica se quiere plasmar la sensación de impunidad, clasismo colonial y desprecio por un estado de derecho que se vive en el país. La tentación de escribir sobre México lleva a ver la historia como una memoria trastornada. La intención es buscar la voz de personajes que son invisibilizados, pero al ser representados en escena tienen la posibilidad de existir en la memoria de los espectadores. La virtud de esta obra es tocar temas tan escabrosos como puede el clasismo y el racismo en nuestro país, donde aparentemente no sucede nada.
Don Alonso, uno de los personajes principales, lleva a término la sentencia de un inculpado por algo que realmente no cometió, escenas comunes en la justicia mexicana indigna, carente de entereza y de verdad en casos como un caso la brutal y despiadada violación a la mujer en la cierra de Zongolica.
Por su parte, Leonor (Carolina Politi) la mujer de Don Alonso, comenta: “Ella es la mirada que aparentemente perdimos, un lugar que quedó en el abandono, un personaje que pasa de lo épico a lo romántico, este lado amoroso y revolucionario. La pertenencia de un lugar que ya no se reconoce. Valores que no sabemos donde están ahora, como la dignidad, el respeto y la belleza.”
Teatro El Milagro
Calle Milán 24
(entre Lucerna y General Prim) Col. Juárez
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1ª temporada: del 5 de Agosto al 14 de Octubre Miércoles 20:30 horas.