Al pensar en el estado de Oaxaca, quizá, lo primero que nos viene a la mente es su vasta cultura, su incomparable gastronomía, sus paradisíacas playas, la Guelaguetza, pero también sus magníficos pintores. Algunos de los más grandes artistas plásticos de México nacieron en Oaxaca como Rufino Tamayo, Sergio Hernández, Rodolfo Morales y Francisco Toledo, quien se ha convertido en un referente de la pintura en nuestro país, no solo como creador sino también como un imparable promotor y gestor del arte en este estado. Sin embargo, la lista de grandes pintores oaxaqueños no acaba ahí, otros nombres importantes la conforman, tal es el caso de Rolando Sigüenza, cuya obra plástica se ha convertido en una embajadora de México en el mundo.
Oaxaqueño por nacimiento y convicción, Sigüenza comenzó sus estudios artísticos en 1984 en el taller de Luis Beltrán, en donde se especializó en dibujo. Posteriormente, ingresó al Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, en ese entonces dirigido por el maestro Juan Alcázar, con quien aprendió grabado; asimismo, bajo la instrucción del pintor Rodolfo Morales, incursionó en el óleo. Así, su producción plástica no solo se compone de pintura, sino conjuga una gran variedad de técnicas y materiales plásticos como la litografía, la escultura, la xilografía, el fotograbado y la collografía, convirtiendo a Sigüenza en un artista completo y complejo. Su obra ha sido expuesta en gran parte de la República Mexicana y en países extranjeros como Estados Unidos, España, Francia, Canadá, Argentina, Ecuador y Japón.
El pasado 7 de mayo, en el Centro de la Juventud Arte y Cultura Futurama, Rolando Sigüenza inauguró su exposición titulada Raíces, la cual muestra las tres grandes líneas temáticas del artista: la cotidianidad de los pueblos oaxaqueños, sus fiestas paganas y religiosas, y sobre todo, la representación de ángeles, que han sido el sello distintivo de su obra, pues como él mismo afirma: “Yo observo lo cotidiano, el trajín de las fiestas y los mercados, también me deleito en la contemplación de las pinturas, las esculturas y las tallas de los templos, sobre todo, las relacionadas con los ángeles, personajes que con frecuencia están presentes en mis sueños”. Así, en Raíces como su nombre lo indica, Sigüenza nos comparte una mirada íntima y personal de lo que este estado representa para él: “Para mí pintar es la manera de escribir historias, de expresar vivencias y de plasmar fantasías. Mis personajes han surgido de la observación de la vida en los pueblos del estado de Oaxaca, mismos que por su diversidad cultural y larga trayectoria histórica son una fuente inagotable de modos de vida muy distintos y, a veces, contrastantes”.
La exposición estará abierta al público hasta el 31 de mayo, en el Centro de la Juventud Arte y Cultura Futurama, ubicado en la colonia Lindavista, en la Ciudad de México.