Muchos países –y nosotros no somos la excepción– hacen verdaderas celebraciones para conmemorar fechas bélicas, mostrando a los ojos de la niñez que los sucesos violentos son los más valiosos, aquellos que honran a nuestros próceres.
Creo que algo deberíamos hacer por evitar esto. Sin desaparecer fechas importantes que ayudan a entender nuestra historia, nos toca aplaudir con fuerza las conmemoraciones pacíficas, momentos fundamentales que hicieron que la sociedad diera un paso adelante.
Apenas recuerdo una: el aniversario de la Constitución, un evento importante por su aportación a finalizar una guerra y a establecer parámetros de conducta social, pero el resto son batallas, guerras, asesinatos, triunfos y derrotas, el imperio de la muerte.
Para invitar a los jóvenes a hacer fiestas a la paz, habría que mostrar lo valiosas que éstas son para nosotros y celebrar, como grandes fechas nacionales eventos, los siguientes:
- 7 de febrero de 1847, se establece la Ley de Procuraduría de Pobres, promovida por Ponciano Arriaga en San Luis Potosí, para defender a las clases sociales más vulnerables de los abusos y maltratos de sus gobernantes.
- 21 de febrero de 1910, fundación de la Cruz Roja Mexicana.
- 3 de julio de 1955, primera vez que las mujeres ejercen, a nivel federal, el derecho a votar.
- 20 de julio de 1892, fecha de nacimiento de Gilberto Bosques, uno de los mexicanos más identificados con la defensa de seres humanos durante la Segunda Guerra Mundial.
- 13 de octubre de 1982, fecha en que Alfonso García Robles recibe el Premio Nobel de la Paz.
- 26 de noviembre de 1948, fecha en que Jaime Torres Bodet se convierte en el primer mexicano en ser elegido Secretario General de la UNESCO.
- 6 de diciembre de 1810, Miguel Hidalgo decreta la abolición de la esclavitud.
Se aceptan otras, éstas son sólo algunas que pasaron por mi mente. Lo importante es que sean momentos de recuerdos que fortalezcan a la sociedad. Días para celebrar, con desfiles pacíficos, dejando los cañones y los aviones en casa.
La paz es, por mucho, el medio más sólido para fortalecer a un país.