Alejandro Baizabal
Los entornos urbanos se transforman como catalizadores de la prosperidad y para ello es crucial explorar y capitalizar las oportunidades que ofrecen los ecosistemas. En las siguientes líneas platicaré sobre el caso de Córdoba, Veracruz (Pueblo Mágico), donde a través de la oficina de Agenda 2030 del municipio, se generan dinámicas de impacto.
Una metamorfosis territorial requiere del mejor talento, compromiso y visión, trazando estrategias que definan el futuro del progreso y el bienestar de la población. Para ello identificamos una serie de preguntas cuya respuesta es impostergable: ¿cómo es la ciudad que queremos en diez o veinte años? y ¿qué ciudad se viene construyendo hasta ahora?
Se han trazado varias rutas de desarrollo desde esta oficina: implementar estrategias para una Córdoba Circular en materia de residuos sólidos; movilizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); generar proyección internacional del municipio; garantizar espacios de interlocución para socializar una cultura sostenible; localizar los ODS y dar seguimiento en el impacto por cada departamento; y vincular al territorio con actores y organismos estratégicos.
Una acción detonante consistió en ser uno de los nodos del Laboratorio Urbano: Interconectando Ciudades Inteligentes, un proyecto de la Cancillería de México, a través de la Coordinación Internacional Urbano; y ONU HÁBITAT.
El resto ha llegado en consecuencia. Tener voz en el Foro Político de Alto Nivel en la sede principal de la ONU en Nueva York, EE.UU.; participar en la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe; así como en la 1ra Convención Nacional por la Agenda 2030.
El compromiso por tener un territorio ordenado y con visión de futuro, abrió la puerta para que SEDATU seleccionara a Córdoba entre 113 municipios del país para elaborar el Programa de Desarrollo Urbano. A esto se sumó la selección de ONU HÁBITAT, entre 25 municipios en el país, para la construcción de una línea base y esquema de monitoreo para el cumplimiento de los ODS.
La apuesta por la juventud, ha permitido detonar proyectos significativos en esta oficina. Esa naturaleza de trascendencia y dinamismo, nos lleva a conjugar la preparación y la capacidad, permitiendo identificar nuevos horizontes. A ello se suma la sabiduría de especialistas en la materia.
Los imperios del futuro reúnen estas y otras variables. Las ciudades y sus alrededores actúan como poderosos imanes de innovación, cultura y oportunidades, atrayendo talento como inversión.
Hoy estamos trabajando en “la ruta por la sostenibilidad”, donde colectivamente se impulsan capacidades, talentos y visiones. Trabajar en ello es parte de una agenda robusta que desde los gobiernos locales debe abordarse. Recordemos que las soluciones más efectivas son las que se construyen en comunidad.
Con estos trabajos precisos y contundentes nos encontramos listos para los siguientes pasos, con esa visión que inspire y acciones que trasciendan.