Preservar las tradiciones alfareras de México, rescatar las perdidas e innovar con creatividad son los tres ejes primordiales de la Escuela Nacional de Cerámica (ENC). Nacido de la iniciativa privada en 2016, el proyecto social reconoce el valor artístico de los ceramistas mexicanos y trabaja codo a codo con artesanos para mejorar sus condiciones. Esto se logra a través de la construcción de hornos libres de humo y de las tareas de conservación de técnicas ancestrales en pueblos originarios. Además, la institución apuesta por la profesionalización del oficio mediante la formación académica de nuevas generaciones.
Por ello, y en busca de crear una comunidad global de gran talla artística que encuentre un nicho de preparación en México, la ENC imparte actualmente talleres intensivos con importantes maestros invitados de España, Japón, Alemania, China, México, Estados Unidos, Perú y Sudáfrica.
Sin embargo, en un futuro próximo ofrecerá educación formal con niveles de Licenciatura, Maestría y Doctorado.
“Nuestro objetivo es que México vuelva a ser considerado como una potencia, en lo que atañe a la producción de cerámica de calidad, pues existieron altibajos que terminaron por popularizar esta área, únicamente en el sentido artesanal. Uno de los planes más ambiciosos es la creación de un instituto de investigaciones antropológicas, en el que se conozca la importancia de la cerámica y su repercusión en otras disciplinas, pues sin esta técnica artística no se podrían llevar acabo determinadas tareas, como las endodoncias o las prótesis, indispensables en Ciencias de la Salud”; abundó David Aceves, director de este complejo.
Este espacio de transformación está ubicado en Tapalpa, Jalisco, municipio poblado de importantes bancos de arcilla y con una arraigada tradición ceramista. Única en su tipo, la ENC ha podido trabajar en pos de las raíces y del futuro de la cerámica mexicana gracias a la parte social de Tajín, la cual apoyó en 2013 la propuesta de David Aceves Barajas.
Programa de Hornos de Leña Libres de Humo
Compromiso humano, tres semanas de intenso trabajo y sobre todo amistad están detrás del programa de Hornos de Leña Libres de Humo, el cual representa para la ENC una labor ambiental, social, económica y de preservación que es llevada a las comunidades alfareras más vulnerables del país.
Se trata de un proceso que inicia con un acercamiento a diferentes culturas y a su manera de hacer cerámica, siempre en la búsqueda de sumar esfuerzos a favor de los artesanos. La finalidad del proyecto es proveerles el conocimiento necesario para que puedan replicar la construcción de los hornos en su localidad o fuera de ella.
El director Barajas declaró cuál fue uno de los motivos que orillaron a crear este programa: “Cuando los artesanos terminaban el programa educativo, no podían ejercer el oficio adecuadamente, debido a las carencias de sus comunidades, reflejadas en los talleres. A partir de ahí, empezamos a expandir la propuesta por todo el país y realmente ese es uno de los pilares fundamentales de la escuela, es decir, viajar a comunidades rurales para brindar apoyo. Justamente, en enero regresamos de Tabasco (Jalpa de Méndez), donde instalamos el último horno. En estos momentos se plantean posibilidades de viajar a Tlaxcala (Trinidad) y a Sonora (probablemente a Punta Chueca), con la finalidad de que los creadores tengan condiciones óptimas”.
Con un diseño elaborado por el maestro japonés Masakazu Kusakabe y adaptado por el maestro Yusuke Suzuki, los hornos ofrecen mejoras en la combustión, menor uso de leña y beneficios directos a la salud debido a que los alfareros ya no aspiran el humo directo de las quemas tradicionales a cielo abierto. Por otro lado, cuida el medio ambiente y reduce la merma en su producción.
“Este tipo de horno disipa las altas emisiones de humo, además requiere poca leña, lo cual evita la tala de árboles. Otro aspecto a resaltar es que, al quemar a cielo abierto, los cambios bruscos de temperatura provocan que las piezas se arruinen y con este horno, debido a que en su totalidad está cerrado, no existen estos desfases en la temperatura y la producción no disminuye”.
Durante dos semanas, la construcción se lleva a cabo con materiales locales y se adapta a las necesidades de cada comunidad. La tercera semana se dedica a talleres de capacitación en mercadotecnia y quema de piezas.
“El programa ha tenido mucha importancia, pues se consiguen y se imparten algunos talleres, resultado de las colaboración con la Universidad Panamericana de Guadalajara y con la Universidad de Guadalajara, relacionados con mercadotecnia, costos, empaque, embalaje y diseño. Aparte de estas capacitaciones, a los participantes no se les cobra nada y se les lleva a su domicilio, únicamente cubren una pequeña parte del monto del horno, con el objetivo de que sean partícipes y sientan que éste les costó, para que lo valoren y no lo dejen abandonado”.
Pero el proyecto no termina una vez que se inaugura el horno, entonces apenas inicia una relación bilateral en la que la ENC sigue de cerca el impacto social del mismo; éste se ve reflejado en la calidad de vida de los artesanos, la integración de personas a la labor cerámica, la motivación de las nuevas generaciones a preservar el conocimiento ancestral de sus familias y en la mejoría económica de los grupos alfareros, que va de la mano con una mayor calidad de sus piezas debido al uso del horno.
Talleres especializados
El valor de la oferta educativa de la ENC reside en que ésta abre sus puertas de manera anual a tres maestros de renombre internacional, quienes han viajado a Jalisco desde todas partes del mundo.
Así, cada ciclo académico es dedicado a una nación invitada, cuyo invaluable conocimiento en tradición cerámica se difunde a través de talleres intensivos que ofrecen un abanico de técnicas ancestrales y también de vanguardia.
El propósito es acercar excelentes maestros ceramistas a alumnos de distintas culturas y nacionalidades, quienes tienen la oportunidad de concentrarse durante 15 días a la absorción de conocimiento práctico y teórico, rodeados de un ambiente natural propicio para la creación artística.
La experiencia se enriquece con la multiculturalidad, lo cual demuestra que el lenguaje de la cerámica es universal y que la enseñanza horizontal a través del intercambio de saberes es la mejor manera de generar una educación continua y especializada.
Igualmente, David Aceves mencionó qué es indispensable para sumarse a estas clases: “Para participar en los talleres, no hay límite de edad. El requisito es tener experiencia y bases en la creación de cerámica, pues maestros del otro lado del mundo vienen, no precisamente a enseñar lo básico, sino su especialidad”.
Como parte de su compromiso social, la ENC cuenta con un programa de becas en alianza con organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y de la iniciativa privada que beneficia la capacitación de artesanos mexicanos y busca propiciar que el aprendizaje se extienda a sus comunidades.
Sudáfrica 2023
Con Sudáfrica como país invitado en 2023, la Escuela Nacional de Cerámica recibirá a los artistas Roelof Uys, Clive Sithole y Madoda Fani.
“Empezaremos con el primer maestro que es Roelof Uys, técnico encargado de organizar los encuentros de cerámica más importantes en Europa, quien vive en Inglaterra y dirige el taller Lead Potter en The Leach Pottery, donde se formó Bernard Leach, el ceramista occidental más icónico del siglo pasado”.