Pedro López Hernández, Author at Mexicanísimo (mexicanisimo.com.mx)
En la calle de Tokio, número 824, ubicada en la Ciudad de México, se encuentra un pedazo de Japón. Parecería ser un local común, pero la impresión es engañosa, pues justamente las letras indican que se vende pan japonés y no mienten.
Dentro hay muestras de panadería que pueden variar por día, además el lugar se divide en dos, de un lado se exhiben las obras y del otro hay más intimidad, en lo que se refiere al espacio para la elaboración del alimento fermentado.
“La idea de vender pan japonés inició en 2003 con mi esposa, Ikumi Koshiishi. Por ese entonces no había opciones para que ella probara y no le agradaba el pan de envoltura de marcas famosas. Por tanto, se le ocurrió poner una panadería para seguir probándolo y conseguir clientes”; expresó Carlos Hernández, dueño de Marukoshi.
Para que ejemplares como el melonpan (concha japonesa, muy parecida a la mexicana), el okonomiyaki (tortilla japonesa) o koshian-pan (bollo relleno de frijol dulce) estén calientes y en los estantes, hay secretos para su realización. Primero que nada, es cierto que el gusto por crearlo es importante, pero también la técnica, pues la señora Ikumi y el señor Carlos fueron a estudiar el arte de la bollería en Japón, siendo cuatro años los que se prepararon, para después regresar y poner en práctica lo aprendido. Esto no significa que no hayan pasado por un proceso arduo para lograr su propósito.
“En lo que se refiere a dificultades, más que nada la tecnología que se utiliza allá, para la elaboración del pan, es diferente, incluso el proceso de error y pruebas hasta conseguir las formas”.
“Uno de nuestros secretos es la ideología de hacer las cosas bien, con entusiasmo, porque eso se ve reflejado en la calidad del producto. No es nuestra idea hacer las cosas rápido, de lo contrario no saldrán bien. Lo que pretendemos es sacar buenos productos para lograr longevidad”; señaló Carlos Hernández.
La línea de pan muestra no sólo nombres en japonés, también en español. Lo curioso de esto es que la panadería ha tenido buena recepción por parte de los japoneses y de los propios chilangos, quienes se muestran fascinados por este encuentro culinario con Oriente.
Carlos Hernández explicó la entrada de este concepto en el país: “Básicamente, aunque las recetas para hacer los productos son de Japón, siempre hay un intercambio cultural [con la república] en lo referente a la elaboración y el trato al cliente. A los mexicanos nos gusta el pan y de dónde sea lo probamos, incluso aunque sea diferente al nuestro, lo seguimos comprando. Hay buena aceptación por parte del público e incluso, entre la panadería mexicana y la japonesa hay ciertas similitudes”.
Nota: La imagen corresponde a Marukoshi Bakery, su uso es para fines informativos.