María Dolores Asúnsolo López Negrete, diva de cine Hollywoodense en los años treinta y cuarenta e, icono de la Época de Oro del cine mexicano, nació el 3 de agosto de 1904, en Victoria, Durango. Sus padres a partir del triunfo de la Revolución mexicana, deciden emigrar a los Estados Unidos, donde por su belleza latina y distinguida personalidad, es atraída al mundo cinematográfico silente. En 1925 es su debut en la cinta Joanna en Hollywood y, posteriormente en el cine sonoro es contratada por los grandes estudios. Ya en el ocaso de su éxito en Hollywood, decide regresar a México. Es entonces, que vuelve a ser la diva de sus grandes éxitos. Es Emilio Fernández, quien en cuatro cintas, la posiciona en el candelero internacional nuevamente: Flor Silvestre, 1943; María Candelaria, 1943; Las abandonadas, 1944 y Bugambilia, 1944.
Esta película fue elucubrada y sustentada, por Emilio Fernández y Mauricio Magdaleno, tomando como base, el poema de Rodolfo Usigli: “La canción de la Bubambilia”, dedicado a la diva duranguense:
Del corazón sobre el muro
tu plana mortal se enreda:
de tu sangre y de tu seda
es flor-cáliz que apuro.
Planta de la Bugambilia
que me cubres y me matas,
¿por qué con lianas me atas
si al fin tu amor no me auxilia?
¿Para qué quieres crecer
sobre mi amor que te espera
si solamente por fuera
de él haz de florecer.
Hoy, insensible al amor;
sólo buscas ser amada
y en todos dejar grabada
la herida de tu color.
En un corazón amado
un día querrás entrar
para en él tus flores dar,
mas lo encontraras cerrado.
Lo oprimirás en tus ramas
para hallar tu salvación
y en tu desesperación
haz de matar lo que amas.
Nada más me reconcilia
tu belleza con mi suerte:
eres mi adorno y mi muerte
planta de la Bugambilia.
La realización de la película, con un elenco de primer orden: Dolores del Río, Pedro Armendáriz, Julio Villarreal, Alberto Galán, Roberto Cañedo —quien aparece como el propio Usigli—, recitando el poema mientras Dolores toca el piano, arropando el texto del dramaturgo y poeta mexicano. Ganadora de un Ariel a mejor vestuario, la cinta, en su momento, fue comparada como la versión mexicana de la película Cumbres borrascosas, 1939.
Dolores del Río, es sin duda un personaje inolvidable en la memoria viva del cine y la cultura mexicana que trascendió fronteras llenando de orgullo nuestra nación. Recordemos pues a nuestros grandes mexicanas y mexicanos, leyendo y viendo sus obras.