Carlos Pellicer es uno de los poetas mexicanos más destacados del siglo XX. Formó parte del grupo conocido como Contemporáneos, surgido a partir de la revista que publicaran entre 1928 y 1931. Algunos integrantes fueron Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano y Bernardo Gastelum -estos tres fungieron como directores- , José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen, Jorge Cuesta.
Este movimiento se da dentro de un contexto social muy específico: el afán de José Vasconcelos por una educación humanista. Vasconcelos busca a los jóvenes escritores para que juntos lleven la educación del país. Y es así como logra crear unión y un espíritu de colectividad que más tarde los impulsaría a la creación del grupo y con éste, de sus obras personales.
La mayor parte de la producción poética de Carlos Pellicer se ha caracterizado mostrar la naturaleza. Hay una relación entre el poeta y lo natural que va más allá de la simple observación del medio. Pellicer logra entrar en una especie de comunión con ella y expresarse a través de sus elementos:
Con este cielo y estos lagos
Con este cielo y estos lagos
eres lo que deseo.
Me pienso en Luz y lo afilado acero.
Amo así tu belleza
y en mí las energías misteriosas
para poder amarte tanto.
A mil kilómetros tu mirada triste,
tu voz suena en las violas y en las ramas.
La ventana entreabierta de la tarde.
El horizonte en ti, el agua deshojada,
la flor entre las páginas del día.
La soledad que llevo siempre en flor.
Tú callas y me miras
con tu mirada triste y tu silencio.
Yo estoy hecho de cantos escondidos,
perdido entre las cosas,
oyendo el aria antigua de tu ausencia,
sin saber que decirle a los demás.
El cielo de los lagos está en mi corazón.
Y en la noche que llega,
ni tú ni yo.
Pellicer hace uso de variados elementos presentes en la naturaleza: el aire, las mariposas, los pájaros, los ríos, el sol, el cielo, las flores, etcétera, y cada uno de estos tiene una relación entre sí, además de que conllevan un significado que sirve para sensibilizarnos y ser capaces de captar la esencia. Representa otra manera de percepción, además del descubrimiento del mundo natural; no hace una descripción del paisaje, sino una transmisión de este.