En estos tiempos en los que hay que alimentar a tal cantidad de humanos en el mundo y que se buscan nuevas y eficientes formas de cultivar la tierra, viene bien que recordemos un método prehispánico, sumamente avanzado en su tiempo, efectivo y, por qué no decirlo, original.
Sí, hablamos de las chinampas. Nuestra actual palabra chinampa proviene de la lengua náhuatl y hace referencia a un sistema de cultivo que proviene de los toltecas y que se popularizó a inicios del siglo XVI en el lago de Xochimilco y de Texcoco.
Este sistema se utilizaba en zonas donde el principal elemento era el agua, como en los lagos. ¿Si tenemos más agua que tierra, cómo podemos cultivar los vegetales necesarios? Pues la respuesta de los toltecas que retomaron y perfeccionaron los aztecas fueron las chinampas.
Estas se ven como islas flotantes en el agua, pero para construirlas es necesario colocar algunas hileras de árboles y/o arbustos en el agua para formar áreas rectangulares. Después, esas áreas se van a llenar con tierra y material vegetal hasta que sobresalga entre uno y dos metros del nivel del agua. En esta tierra es en la que se va a cultivar el maíz o los vegetales necesarios.
Se trata de crear áreas de cultivo dentro de un entorno acuoso, un sistema, como decíamos, sumamente innovador y sofisticado que permitía tener terrenos muy fértiles que no necesitaban descansar entre un cultivo y otro, por lo que los niveles de producción podían ser bastante elevados.
En Xochimilco y en Tlalpan todavía podemos encontrar chinampas, las únicas (esperemos que no las últimas) que actualmente quedan en el mundo. Su valor es tal que la UNESCO decidió nombrarlas Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
Y, tú, ¿ya te diste una vuelta por las chinampas de Xochimilco? ¡No dejes de admirar este sistema de cultivo prehispánico!