Tras los sismos de hace dos años (7 y 19 de septiembre), un grupo de personas –como muchos otros, que no se limitaron a encerrarse en casa- se integraron en un equipo con la revista Mexicanísimo y cooperaron con herramientas y dinero para ayudar en la reconstruciión de un poblado: Zinacantán, en Chiapas. Lo que se colectó se repartió en la zona –palas, carretillas, láminas para techo, etc.-, además de que se eligió a una familia extensa (17 personas) y se reconstruyó su hogar con aportaciones técnicas para mejorar sus condiciones anteriores. Un par de maravillosos arquitectos, más cuatro ángeles guardianes que nos ayudaron a coordinar el proyecto, seleccionar a la familia y verificar los avances, trabajaron durante varios meses hasta terminar la obra.
Queremos agradecer la solidaridad de lectores, amigos y donantes, en un proyecto que nos dignificó. No ponemos nombres para honrar por igual a todos, pero cada quien sabe que nuestro corazón agradecido está de su lado.
Solo podemos ser sociedad si asumimos que hay que aportar en beneficio de quienes tienen menores oportunidades, quienes sufren o quienes ven lastimados sus derechos. Este país tiene en sus manos las herramientas, solo falta voltear a ver las necesidades e integrarnos en un equipo y ser mexicanos de tiempo completo.
Un abrazo. Esta nota, además, va en memoria del patriarca de aquella familia, quien falleció hace unos meses.
Revista Mexicanísimo… abrazo a una pasión.